Enrique Marzal es un mito viviente. Entrar en su universo es viajar a un mundo personal que se balancea entre las sedas y la extravagancia. Un hombre menudo, lleno de sabiduría y expresividad sin pelos en la lengua. Admirado y odiado a partes iguales no deja a nadie indiferente. En sus estanterías encuentras a la Reina Letizia mezclada con Marujita Díaz y un maravilloso retrato de Covadonga Balaguer junto a las plumas de los Moros y Cristianos. El es así.

 La vida de Enrique es la vida de un trabajador nato que ya desde la infancia heredó todo el ADN costurero de su afamada madre modista; la guerra civil les llevó a tener que comenzar de cero en una portería y desde allí Enrique aportaba su granito de arena a la economía familiar con trabajos de diversa índole hasta que destacó en el mundo de la danza con el que estuvo vinculado toda su juventud.

Entorno a esos viajes y esas representaciones conoció el mundo de la indumentaria tradicional y supo que ese sería su futuro. De la mano de la maestra Carmen Insa se formó en sus talleres (de la que habla con devoción) hasta que en 1972 comenzó su andadura en solitario estando en la tienda en la que se encuentra actualmente en la calle Pinzón, 18 años.

Enrique Marzal - Don Falleret

-Mi hermana- me cuenta Enrique en un momento de recuerdos intensos–  fue fallera mayor de la falla el palau en 1946 y mi madre le cosió el vestido y a partir de ahí, me comenzó a interesar la indumentaria incluso heredé de ella muchísimos libros de moda e historia de la moda y de indumentaria.

En mi trayectoria de bailarín comencé a interesarme por la historia del traje en cada representación que interpretaba y ya pasé a realizar vestuario en Radio Teatro y en Zambra.

Cuando Enrique me comenta todas las tiendas por la que ha pasado y me recuerda la de la calle Serranos no puedo evitar emocionarme cuando menciona a mi hermana, Consuelo Garrido, que fue FM de Cadiz -Denia y que , no sólo vistió él de una forma maravillosa, sino que la recuerda perfectamente y con muchísimo cariño.

T-

Cuéntame Enrique, esa colección de trajes antiguos de indumentaria de donde viene: ¿coleccionas la prendas, las buscas, las confeccionas tu….?

E-

En 1981, fui la primera indumentaria que realizó una exposición junto a la falla Na Jordana. Yo presenté la primera “coteta” es un jubón sin mangas que es del 1501 la manga de la blusa con manga farol salía por debajo.

Y también presenté un desfile en la Sala Xuquer con todo un recorrido histórico por la indumentaria  valenciana por diferentes épocas

Y todo lo confecciono yo, tanto documentándome con libros antiguos como con prendas antiguas que deshago, despiezo y utilizo los patrones de nuevo para confeccionarlos.

Yo he estudiado mucho la basquiña que en muchas comarcas todavía se utiliza como traje regional que tiene muchísimas variantes aunque las poblaciones sean cercanas cambian los tejidos, los materiales, etc…

Por ejemplo, el traje original de alicantina era de pescadora con una trenza y un pañuelo, y el de Castellón es más cercano a la parte “castellana” de España y es una reproducción del traje de Na Violant de Hungría.

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-Tú que eres una persona cercana a la polémica y que siempre estás en el punto de mira, dime, que piensas del boom actual de “vestir a l ́antiga”.
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-Vestir a l’antiga no es vestir un traje regional es adaptar prendas históricas francesas, italianas y españolas a nuestro físico y nuestro gusto. Las primeras referencias que tenemos sobre la indumentaria está en la pintura y en los grabados que no reproducían exactamente lo que el ojo veía sino que todo era figurado.

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-Tú que eres una persona cercana a la polémica y que siempre estás en el punto de mira, dime, que piensas del boom actual de “vestir a l´antiga”

E

-Vestir a l’antiga no es vestir un traje regional es adaptar prendas históricas francesas, italianas y españolas a nuestro físico y nuestro gusto. Las primeras referencias que tenemos sobre la indumentaria está en la pintura y en los grabados que no reproducían exactamente lo que el ojo veía sino que todo era figurado.

T

-donde crees tú entonces, que radica esta polémica

E

-yo respeto a todo el que cose y se dedica a la indumentaria pero la mayoría inventa cosas y aconseja mal a sus clientes ya que del siglo XVIII hacia atrás apenas hay documentación y el vestir a l’antiga puede ser cualquier cosa, por ejemplo, hablamos de una prenda reproducida actualmente del siglo XIV,,,¿de dónde viene la documentación?¿cómo sabemos que es cierta?

T

-Entonces tú el traje regional de valenciana lo defiendes

E-

sí, yo lo defiendo totalmente porque es el traje que hemos conocido todos. El traje de valenciana comenzó con la lonja y lo bailes “minuetos” que se representaban allí por las mujeres vestidas con vestidos de seda con manga farol y pañuelo sobre los hombros de estilo afrancesado.

Después de la guerra civil fue cuando empezó el traje de Valenciana tal y como lo conocemos, y en la primera corte de la FM, Carmen Insa quito los alfileres del escote y el lazo  de detrás y de ahí poco a poco, con los años, se fue evolucionando y mejorando; como, por ejemplo, la FM Pepa Oliver se quitó los pliegues del hombro de las manteletas…y así fue pasando todo hasta llegar al traje que conocemos actualmente.

T

-Crees que hay mucha rigidez en torno a la realización de la indumentaria en contra de favorecer a la clienta que debería ser, en todo caso, lo primordial.

E

-yo conozco a gente que dice  “lo mío es auténtico” . Nada es auténtico, ni una seda natural ni un espolín…hay gente que quiere ser muy histórica y a mí me gusta utilizar cosas del pasado pero revisándolas y adaptándolas al público de hoy. Hay una gran diferencia entre la ropa de trabajo, la de diario y la de fiesta. Por ejemplo si vamos a basarnos en lo antiguo podemos decir que la mujer llevaba la enagua corta, llevaba el pololo largo e iban sin medias. Sin embargo en esta idea de “antiga” ahora no tiene nada que ver.

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T

-Cuéntame cosas de las FM de Valencia…cuando han venido aquí, ¿qué buscan, como las aconsejabas tú…?

E

M Carmen Dolz en 1980 fue la primera que vestí y ella se dejó en mis manos y salió todo fenomenal, luego vino Mari Carmen Molla, Covadonga Balaguer que me dio un gran espaldarazo.

Elena Corbellas, etc…nunca he tenido problemas con ellas, todas fueron fantásticas y se dejaron en mis manos. También he vestido 14 cortes mayores, en el 78 la primera, y 16 infantiles.

T

– ¿Cómo ves a la corte ahora vestidas?

E

– No me gustan, los pañuelos mal puestos, las faldas que cuelgan a simple vista..muy poco profesional.

T

– Como llegas a tu relación con famosas: cantantes, actrices, vedettes,etc…

E

-la primera fue Conchita Bautista y a Marujita Díaz, luego la Jurado y después todas las demás: Lola Flores. Lina Morgan, Norma Duval, Carmen Sevilla, etc…En realidad todo surgió de forma espontánea ya que, incluso entre ellas, había el clásico boca a boca..Pero desde luego la Jurado fue la que hizo que se me conociera a nivel nacional

Soy una persona que nunca he fanfarroneado de eso, para mí lo más importante es el oficio que es lo mejor y lo aprendí de Carmen Insa y que, lógicamente, también adapte a mi estilo. Pero no me considero ni mucho menos el mejor, soy uno más pero sí que me he preocupado en estudiar y conocer el traje regional y de mostrarlo al público cuando era algo muy desconocido todavía.

T

-Para finalizar destaca algún recuerdo que tengas importante de tu carrera.

E

-Cuando en el año 2000 me comunico la Casa Real que su majestad la Reina Sofía había aceptado el regalo de traje regional para su 25 aniversario de boda y que, después, salió editado en un libro; Aunque sé que ella no llegó a ponérselo nunca, no así como la ahora Reina Letizia que si se lo probó y le fascinó, un hito histórico que no se repetía desde que el rey Alfonso XIII se vistió con el traje regional salmantino para un retrato.

Muchas anécdotas como esta y otras mucho más dispares se quedan entre Enrique, mi grabadora y yo, pero destacaría dos cosas: La admiración con que habla de Carmen Insa y el cariño del recuerdo de su madre. Al final me cuenta como ha sobrevivido a una grave enfermedad recientemente y entiendo que este señor es una fuerza de la naturaleza desde el día en que nació sobre el costurero de su madre en la portería del número 4 de la calle Luis Vives.

Theo Garrido
Fotos: Alex Pagán