Con un emotivo minuto de silencio en recuerdo del niño Julen, se iniciaba el acto de la Fallera Mayor Infantil de Valencia, Sara Larrazábal Bernal. Horas antes, a la salida de su casa, camino del Ayuntamiento se develaba el color de su espolín.

El espolín ha sido tejido manualmente, empleando unas 650 horas para tejer 12 metros de dicha tela. El color de fondo “Blanco roto”, es una tonalidad de blanco suave y dulce que junto con el colorido elegante con el que se han trabajado sus motivos florales y el metal oro viejo que se ha utilizado como metal principal para la orla que rodea el ramo, consiguen una tela que encaja perfectamente con la personalidad de Sara.

Tras el espectáculo, mezcla de magia y acrobacias denominado “somnis”, que tanto gustó al publico infantil que llenaba la Sala Iturbi del Palau de la Música, llegó el momento de nombrar una a una a las doce niñas que acompañarán en su reinado a Sara.

Acto ágil, donde la emoción saltó en lagrimas desde el primer momento, contagiando al concejal Pere Fuset, que no pudo contener la emoción durante todo el acto de imposición de bandas. El momento del nombramiento de Sara fue emotivo, cargado de solemnidad con todo el público en pie, al son de la marcha “Fallera Mayor de Valencia” interpretada por la Banda Municipal de Música de Valencia.

Tras la ofrenda de flores a Sara, llegaba el turno del mantenedor Javier Villalta, que conectó con el público pero sobre todo con la Fallera Mayor Infantil y su Corte, que a modo de cuento, narró como Sara ha llegado a ser la máxima representante de los falleros infantiles del “Cap i Casal”.

Una tarde noche, que culminaba en la basílica de la Virgen de los Desamparados, donde tanto Sara como Marina y sus Cortes de Honor realizaban la primera ofrenda de flores a la patrona de la ciudad.

Juan Meneses

Fotografías de Fran Adlert

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