El director del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, ha presentado las Fallas experimentales para este 2020 promovido por este museo con las que se busca «aportar un granito de arena para que se vea que existe una forma alternativa de intervenir y usar el lenguaje artístico en las fallas».

José Luis Pérez, acompañado por los artistas Raquel Rodrigo y Juanjo Oliver. ha destacado que este es el tercer año consecutivo en el que se exponen estas fallas, que «apuestan por la intervención artística en el marco de las Fallas. Apoyamos a los creadores valencianos para que muestren aquello de lo que son capaces».

La artista valenciana Raquel Rodrigo ha propuesto una instalación con bordado, pintado con flúor que se ilumina durante la noche, luz y sonido que evoca al fondo del mar. Ubicada en el claustro gótico, Efluenow es una llamada a la búsqueda de energías alternativas.

«Se trata de un proyecto que conecta con el propósito de la emergencia climática y de intervenir en el medio ambiente de otra manera», ha explicado.

Raquel Rodrigo ha destacado que se trata de un proyecto «muy importante para ella», ya que supone su regreso a València, su tierra natal, tras dos años trabajando por todo el mundo. «Vengo de la escenografía y esta obra en 3D es una manera de volver al teatro», ha explicado.

La falla cuenta con 20 paneles en espiral, construidos por NEO escenografía, bordados individualmente por más de doce personas durante un mes. Además, la artista también ha destacado los sonidos que envuelven a la pieza, que tratan de evocar al mar.

Pérez ha añadido que «el arte no soluciona los problemas de la humanidad, pero sí que les da visibilidad y los pone en la mesa y en la agenda pública, haciendo que se hable de ellos desde la reacción y el estímulo, haciendo entender el mundo que nos rodea desde otra manera».

La segunda falla experimental es «Les jouets voyeurs», de Juanjo Oller, que forma parte del equipo de Milimbo. Ubicada en el claustro renacentista, es una obra pensada para el público familiar.

Oller ha destacado que se trata de una falla «monumental e interactiva» inspirada en los juegos de construcción de Carlos Pérez, que, actualmente, cuenta con una exposición en el Centre del Carme.

«Uno de los motivos por los que soy diseñador fue Carlos Pérez, que me cautivó con las exposiciones que hizo en torno a la infancia y vanguardias. Con esta actuación hemos querido imaginar como quedaría una caja de juegos descubierta que invite a la interacción. Estas cinco piezas queríamos que fueran susceptibles a interactuar y a moverlas», ha explicado el artista.

Las cinco piezas que envuelven el claustro están elaboradas con materiales robustos para que los niños puedan jugar e incluso «puedan sentarse». «Un trabajo habitual de diseño siempre te pide ese componente de juego, una parte abierta que no se llega a cerrar hasta que el usuario interactúa con ella», ha destacado.

Además, el artista ha reivindicado que deberían haber «más propuestas lúdicas en las fallas» para que los monumentos estén «vivos y sean participativos».

Estas propuesta experimentales estarán en el Centre del Carme hasta el día 5 de abril y, como todos los monumentos falleros, arderán, pero esta vez en la noche de San Juan en la Falla Corona.