En la entrevista a la creadora de Cositas Pintadas repasamos su trayectoria y conocemos el taller donde realiza sus creaciones
J.M. – Hoy en Al Tombe tenemos el gusto y el honor de contar con Ana Muñoz. ¿Cómo estás? Bienvenida.
A.M. – Hola, un besazo para ti y para todos los que nos vean. Pues bien, confinada, como todos.
J.M. – ¿Cómo lo estás llevando Ana?
A.M. – Pues muy bien. La verdad es que ha sido un cúmulo de cosas en mi caso. Primero tuvimos la suspensión de las fallas. Como sabes soy indumentarista oficial de las Falleras Mayores de València, trabajo para ellas y para un montón de falleras más. Por ese lado chafón, como fallera que soy chafón. Trabajo pintando fallas, otro chafón. Nos quedamos a punto de las plantás este año además que debutaba en la Sección Especial con uno de los talleres que más colaboro, con Xavi Gámez. Y mi hija fallera mayor infantil. O sea, que ha sido todo lo más.
El día 20 de marzo tuve que estar más confinada aún que el resto de la gente, diez días con Martina en el hospital, porque tuve un problema médico, fuera gracias a Dios del coronavirus y está bien. Pero diez días confinada, confinada. Para mi ahora estar en casa es un lujo. Yo dentro de lo que cabe estoy muy bien, porque como lo he pasado tan mal y sí que he estado muy apretada, ahora estoy bien. Preocupada por la situación, pero yo bien.
J.M. – Vamos a ir por partes, como tú has adelantado. Indumentarista Oficial de las Falleras Mayores de València, pero no solamente de este año. Ya llevamos unos cuantos años que tú desinteresadamente, eso hay que decirlo, ofreces tu arte a las cortes y a las FFMMVV con esos abanicos que realizas. ¿Cómo es tu trabajo? ¿Cómo es ese proceso de trabajo de cara a ellas y de cada clienta que quiera alguno de tus trabajos tan chulos?
A.M. – El trabajo en realidad, yo lo digo siempre, para mi es igual “la Fallera Mayor de València que una fallera mayor de cualquier pueblo de la ciudad de València o una fallera normal”. A mi cualquiera persona que tenga interés en tener un abanico mío para mí en este aspecto son iguales y las trato de la misma forma. Es cierto que el trabajo para la Fallera Mayor de València, como siempre decimos “por ser vos quien sois”, es un honor trabajar para ellas. Que ellas lleven tu arte, lo que tú sabes hacer, en el caso mío que es más artístico, una pieza de arte. Desde los zapatos, las enaguas , todo lo que llevan encima, los postizos del pelo, todo.
En ese aspecto me gusta mucho trabajar con ellas. Empecé en 2005, fueron mis primeras Falleras Mayores de València, las he hecho ininterrumpidamente. En 2013 sí que es verdad que me convertí en indumentarista oficial, que eso da a nivel social o de cara a la galería otro tipo de status, pero es una cosa muy superficial.
En realidad yo trabajo igual, mis manos son las mismas, se hacen en el mismo sitio, la mesa es la misma. En eso no ha cambiado nada. Sí que es verdad que pongo mucho cariño y mucho énfasis en esos abanicos porque sé que van a tener mucha visibilidad y porque ellas se lo merecen. Me demuestran un cariño año tras año increíble y por eso me vuelco con ellas lo merecen. No la banda, la persona. Pero en ese aspecto igual que cualquier clienta que venga aquí al taller.
J.M. – Nos estás recibiendo, que es lo chulo, además de la parte positiva que es hacerte una entrevista de casa a casa, es que podemos ver dónde trabajas. Nos lo has permitido ver, estás en tu taller, con tus libros, con tus pinceles, con tu mesa de dibujar, con un cuadro precioso que tienes atrás…
A.M. – ¿Quieres verlo?…
J.M. – Qué lujo poder conocer uno de los talleres más valorados en València y en muchísimas localidades, como son tus trabajos de “Cositas Pintadas”. De hecho es tu usuario en Redes Sociales.
A.M. – Si, Cositas Pintadas. Se lo pusimos hace un montón de años porque yo me hice una página web, cuando empezaban las páginas web. Me acuerdo de la charla de Roberto Gómez Baldaquino cuando hablamos de las páginas web y me sentí muy identificada porque hablamos de los foros, del “fórum faller independent”. Flipa lo que estoy diciendo, ¿eh? Por aquel entonces me hicieron una página que se llamaba trajespintados.com, porque yo pinté unos cuantos trajes de valenciana y se quedó ahí.
Era un poco concreto y quisimos hacer una web un poco más general. El jefe con el que trabajaba yo me dijo “va, dime un nombre”. Y yo de broma le dije “pues cositas pintadas”. Le dije que hacía cosas pintadas y él me dijo “mujer, cosas pintadas no queda bien”. Me dijo “eso es muy hortera”. Total fue una pugna entre los dos y al final me empeñé yo en Cositas Pintadas y desde entonces va “bambando” por ahí el nombre y se ha quedado así.
J.M. – ¿Cómo ha sido tu progresión, que ha sido buenísima por la aceptación? ¿Te sientes querida por tu público, por la gente en general? ¿Valoran tu trabajo?
A.M. – Por suerte tengo dos vertientes. Vosotros que me conocéis sabéis que yo soy igual siempre, yo soy así. Si voy a la exaltación de la Fallera Mayor de València, si os atiendo en casa y si hacemos una exposición también. Pero me siento muy valorada por las dos, por la parte artística y por la parte humana. Tengo muchas clientas que con los años se han convertido en amigas, gente que me sigue desde hace muchos años. A mí lo que más gozo me hace, por ejemplo, más que una persona que me escriba desde Méjico para preguntarme por mis trabajos o desde cualquier otro sitio de la península, es una persona que me compra hace más de diez años y me diga: es que tengo un bautizo y el detallito tiene que ser una banda. A mi eso es lo que más me llena.
Que haya gente que año tras año para sus detalles se acuerde de mí. Por eso me siento súper valorada, porque las Redes Sociales molan mucho y a mi me dan mucho trabajo, pero el boca a boca y el que la gente siga confiando año tras año para mí eso es lo más. De hecho estando en el hospital ahora con Martina, la segunda vez que entró una de las enfermeras me dijo “¿te puedo preguntar una cosa? ¿Tú te llamas Ana, verdad?” Y yo “Sí, soy la mamá de Martina”. Y ella “sí, pero ¿tú pintas abanicos? Es que mi hija tiene un abanico tuyo de fallera mayor”. Me quedé súper… y además era de como del 2013 o 2014, o sea que hacían muchos años ya. Eso me hace mucha ilusión.
J.M. – Una situación complicada la que comentabas en el hospital, pero que afortunadamente ya estáis en casa. ¿Alguna recomendación que quieras hacer a la gente que ahora lo está pasando tan mal o que ha perdido a algún ser por culpa de la Covid19? Ya no solo por la Covid19, siguen habiendo enfermedades.
A.M. – Claro, daños colaterales. El otro día salió un chico en la televisión diciendo que su padre no había muerto por la Covi19, había muerto porque no querían llevarlo al hospital por no saturar nada y al final el hombre estaba peor de lo que pensaban y había fallecido. Fíjate, yo creo que la vida hay que verla de una forma positiva. Tengo un grupo de amigas con las que chateo todos los días y tengo una que me tiene preocupada porque está como en un bucle, no sale de ahí. Yo le digo siempre que mire la parte positiva, lo bueno: estás en una casa, tienes libros, tienes internet, tus hijos tienen un montón de juegos, tienen más cosas de las que necesitamos. Piensa en esta situación cuando estábamos en tiempos de guerra que entonces sí tenías que decirle a un niño “no salgas a la calle porque es que te van a pegar dos tiros”. Hay muchas cosas bonitas en la vida, estamos pasando una situación mala y concreta, pero vamos a aprovechar para estar con la familia.
Yo fue pasar el período de fallas, fíjate que período más malo pasamos y que duro todo a nivel personal, mi hija y a nivel laboral. Luego me papé diez días de hospital en un cuarto, porque no podías salir de un cuarto. En casa tú te vas a las habitaciones, pero yo estaba en un cuarto. Valorar entonces lo que es estar con la familia porque yo a mi marido no lo vi en diez días, no pude estar con él físicamente, no podíamos estar juntos. Eso es muy complicado y tenemos que valorar eso y venirnos arriba. Sobre todo quedarnos en casa e intentar que esto no se haga más grande. No ser cabezotas, quedaos en casa, que se está muy bien.
J.M. – Me quedo con eso. Al final la gente es como que entra en bucle, incluso con los comentarios falleros. Sobre si hay que repartir los representantes, si las fallas en julio… Como bien dices hay que vivir el día a día, no estar siempre con la incertidumbre del futuro. El futuro ya sabemos el que puede ser o no. ¿Quién nos iba a decir a nosotros el día 6 o 7 de marzo la que nos iba a venir el día 10?
A.M. – No hay que pensar en el bikini de agosto. A mí ahora el bikini de agosto me queda lejísimos. Yo estoy pensando si mañana o pasado sale el sol para a ver si me da para salir a la terraza o no. Mi objetivo máximo es ese. Entonces miro la despensa y pienso: me queda esto y esto; hacemos de comer y de cenar esto y esto; y ya dentro de tres días ya iré a comprar y aprovecharé para comprar y haré tal cosa. Vivo así porque me parece absurdo estar calentándote la cabeza. Esta amiga que te digo ya está pensando en agosto si la piscina municipal va a abrir. Da igual que vaya a abrir, nos da igual esto ahora.
J.M. – Si abre bien y si no pues tampoco pasa nada. Nos tenemos que amoldar a la situación.
A.M. – Exacto. La forma de relacionarnos con los demás yo creo que nos va a cambiar mucho. No hablo del físico, de tocarnos más o menos o del famoso metro y medio. Sino de apreciar mucho la cosas y nos va a hacer ser muy conscientes de que mal hacíamos las cosas antes. Ahora vamos al supermercado y vale que es todo muy extremo. Yo no he lavado en la vida las cosas después de venir del supermercado y ahora lo lavo todo. Pero creo que ni esto ni lo de antes, creo que éramos muy descuidados.
Y creo que ahora la gente va a enfermar menos, fíjate lo que te digo. Porque tenemos ahora una conciencia de la higiene y de los virus como se contagian, como nos los pasamos y de lo fácil que es, que creo que la gene de eso va a aprender. Y creo que va a mejorar la sanidad porque la gente va a ser más precavida y no va a ir tanto al médico sin que le haga falta. Porque la gente va muy al médico sin que le haga falta.
J.M. – Cierto. Creo que vamos a empezar a valorar lo que realmente es imprescindible.
A.M. – Exacto, lo que tenemos que tenemos mucho. Igual que a los médicos y a los enfermeros que los valorábamos, pero ahora los valoramos muchísimo más. Yo les di las gracias quinientas mil veces a la gente que trató a Martina, que no estaban en la Covid19, pero es que están con otras personas que tiene problemas graves de salud. Es que al día mueren los quinientos y pico, los cuatrocientos y pico más muchísimos más por muchísimas enfermedades. Están ahí los médicos y las enfermeras y los ATS y la limpieza ahí con ellos al pie del cañón todos los días. O sea que hay que apoyarlos ahora y cuando pase la cuarentena también.
J.M. – Un sector al que tú te has incorporado es al del artista fallero con Xavi Gámez. Cuéntanos un poco esa experiencia. El otro día teníamos una entrevista con Vicente Domínguez que ve que el sector está muy tocado, tocado de herida de muerte. Y sin embargo es un sector que hay que cuidar de cara a cuando pase todo esto. Sobre todo me interesa tu experiencia con un artista fallero, con decorar. ¿Cómo surgió esa colaboración? ¿Tú cómo lo has disfrutado?
A.M. – Yo hace muchos años, soy muy mayorcita y necesito una ayudita ya, trabajé con un artista fallero. Tuve la experiencia más bonita y a la vez peor de mi vida. Porque empecé a trabajar con este artista y luego resulta que este artista llevaba toda la ganadería de lidia entera. Yo con mis diecinueve años y sin nunca haber trabajado en un taller no me enteraba. Aquel plantó a las fallas, hubo mucho jaleo. Yo me dije: en la vida vuelvo a trabajar yo de esto. Pasaron muchos años y de repente los chicos de Ceballos y Sanabria me llaman porque quieren que pinte unas telas de fallera en una sirena fallera. De ahí aquello pasa que les pinte el remate porque a la falla le ha gustado mucho la fallera. Me meto ahí y varios artistas me ven entre ellos Xavi. Me llama para trabajar con él en el taller. Empezamos con hogueras, lo primero que hice fueron hogueras.
Además estaba ya embarazada de Martina. Fui a San Juan con un bombo. Antes trabajaba también con Platero, que le decoré unas falleritas muy chulas y algo de fallas. Además ha sido mi artista infantil este año, el de mi hija de la falla Nou Plantada que la tengo en mi casa guardada. Bueno también por ejemplo con Sergio Amar que nos conocemos de haber trabajado con Xavi. Ya llevo tres años colaborando con Sergio Amar. Este año de Maestro Gozalbo he decorado muchísimas cosas, hay muchísima faena mía que es una pena que no la hayáis visto porque es preciosa también la falla de Sergio.
J.M. – Qué ganas de verlo…
A.M. – Sí la verdad. La nuestra de Císcar-Burriana, con Xavi Gámez es que os vais a quedar alucinados, preciosa también. Es muy chulo trabajar decorando fallas porque yo pongo la parte bonita. Es como que te dan un pastel y muchos merengues, muchos confetis y muchas cosas y te dicen: decóralo como a ti te guste. Para mi es una fiesta. Hay ninots que me generan mucha tensión porque a lo mejor no es en el campo en el que yo domino más y luego resulta que al final hago cosas muy chulas y me sorprendo a mi misma. Es muy divertido, me gusta mucho pintar fallas. Por ejemplo en la misma falla un día era una risa, porque el mismo día pinté una bandera pirata, un jarrón de Manises y un Tamagotchi. O sea que es un mundo de fantasía en el que puedes pintar muchas cosas y sobre todo ponerle mucha imaginación.
El mundo del abanico que es el que a mi me apasiona, es muy chulo y me gusta mucho, yo nunca dejaré de pintar abanicos. Pero las fallas me sacan un poco de ahí y me llevan a otros sitios, estoy en contacto con otros artistas y aprendo muchísimo de mis compañeros. Por ejemplo, Nicolás Caballero que es decorador conmigo en Xavi Gámez, ese señor hace unas imitaciones de madera, de mármol, de granito, de todo que a mi me apasiona ver a Nicolás trabajar. O a Vicente Amoedo que es nuestro pintor, que saca unas tonalidades y unos colores. O ver a Sergio Amar trabajar, verlo sacar colores. Veo los ninots y siempre digo que va a sacar de ahí una obra de arte, pasa por sus manos y eso es magia. Te lo digo yo.
J.M. – Eso es la magia de los artistas falleros y de una artista como tú. Nos quedamos con los dientes largos por conocer esas fallas: la de Xavi Gámez, la de Sergio Amar…
A.M. – Ver la de Sergio Amar que es muy bonita y la de Xavier Gámez que es “Noctis”. Esas dos, os van a encantar, ya veréis.
J.M. – Muchísimas ganas de verlas cuando las planten, cuando toque.
A.M. – Cuando sean, sin expectativa.
J.M. – A ti agradecerte que nos hayas dejado entrar dentro de tu taller, haberlo visto. Dejar a los oyentes de Al Tombe que te conozcan un poquito más, a Cositas Pintadas, a Ana Muñoz. Desearte la mayor de las suertes y seguro que nos vamos a ver dentro de menos tiempo de lo que nos imaginamos. Estaremos como dices tú lo importante, celebrando la vida, ¿no Ana?
A.M. – La verdad es que sí. Yo ahora estoy en una situación complicada porque soy autónoma. Dependo mucho de los encargos de la gente y tengo algunos encargos. Pero tienes comuniones, todo aplazado, las bodas todas aplazadas. Se van a poner en una tesitura, en la que se van a colocar en una fecha en la que estaremos o plantado las hogueras o acabando fallas, o plantado fallas en algún sitio y esperando a plantar fallas en algún otro, preparando las del año siguiente… Por eso este año no me quiero poner nada fijo en la cabeza. Quiero ir trabajando como venga, disfrutar de pintar cuadros que tenía muchas ganas de volver a trabajar e iré poniendo cositas en la página. La gente que intente apoyar a los autónomos, a las empresas españolas. También a las grandes empresas españolas, que la gente habla mucho de las pymes pero las grandes empresas se están volcando con esto y están ayudando mucho.
Yo particularmente voy a viajar por España si se puede viajar por España. Voy a comprar en mi pueblo, que vivo en Albal, que yo de normal ya lo hago. Carnicerías, pescaderías, fruterías y de todo que a esa gente le hace mucha falta y si nos ayudamos todos, será todo más fácil. Entre todos a ver si…
J.M. – Entre todos venceremos Ana. Un besito muy grande, nos volvemos a escuchar pronto.
A.M. – Vale, hasta pronto.
Juan Meneses
Fotos: Cositas Pintadas
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