La previsión se cumplió, el peor vaticinio se hizo realidad. La Dana llegaba con fuerza a València en la noche más esperada, en la noche de la plantà. Con las Fallas en la calle, todo listo para que la víspera de la fiesta fuera celebración. Pero el agua y el viento quisieron dejar huella en las fallas de septiembre.
L’ Alba de les Falles
El disparo del castillo de fuegos artificiales que iniciaba “L’Alba de les Falles” luchaba contra el contra tiempo, el fotógrafo apenas podía fijar el objetivo sobre ellas, mientras disfrutaban del inicio de las fallas, de sus fallas, de nuestra fiesta.
Era un momento difícil de narrar, de peligro y felicidad a la vez. Ellas ajenas a los destrozos que estaba ocasionando la tormenta sobre la ciudad. Don Falleret compartía las noticias que llegaban de diferentes comisiones afectadas, las redes sociales echaban humo.
El momento de finalizar el castillo de fuegos artificiales, con su final apoteósico, estruendos de pólvora que se unían, al rugir de la tormenta y del fuerte viento que empujaba a Falleras Mayores y Corte, a sus acompañantes, fieles vigías que pese a la lluvia aguantaban y las protegían de la inclemencia.
Cuando vi las fotos por primera vez, no me creía que el pulso y la mirada de Fran hubieran podido aguantar esa situación que ha quedado plasmado en esta serie de fotografía inéditas y que ahora puedes ver querido lector.
Parecía el fin del mundo. Una noche oscura. Terrible. Que para los artistas falleros en plena plantà pese a la situación supieron mantenerse firmes. Hubo destrozos, pero ellos aguantaron el chaparrón.
La Mascletà
Y tras la tormenta llegó la calma y València amanecía llena de Fallas por sus calles, preparada para celebrar la fiesta en la calle. La pólvora volvía para quedarse.
La Mascletà de la plaza del Ayuntamiento se había convertido en 4 mascletás en diferentes puntos de la ciudad. Un secreto a voces. Pero la ciudad que había estado callada volvía a hablar con cada carcasa, con cada petardo, con cada terremoto final.
Las 2: “Senyor pirotecnic pot començar la mascletà”, eran las voces de Consuelo y Carla que con toda la felicidad de sus corazones entonaban esa orden que suena a gloría. Su cortes finalmente podían vivir la deseada mascletà.
Desde luego, jugaban los de Junta al despiste. Cada día era un lugar diferente desde el que se entonaba la orden. Estamos en tiempos de cambios, obligados pero acertados. Aunque no dejaba de ser un juego el poder saber desde que punto tocaba hoy que Las Falleras Mayores de la ciudad, presidieran las mascletà.
La pirotecnia volvía a llenar de olor y sonido los barrios. La alegría de poder sentirla y olerla. El reencuentro con los pirotécnicos. Las Fallas 2021 eran una realidad. Con la carne de gallina en el último “Tro”. Atrás todo lo malo, covid, tormenta, ansiedad,… solo queda vivir la fiesta como si llegara el fin del mundo. Y que el fin del mundo nos pille en Fallas.
Juan Meneses
Reportaje de Fran Adlert para © Don Falleret® 2021. Se respetuoso/a con nuestro trabajo y con el del autor. No compartas esta fotografía sin mencionarnos y etiquetarnos. Los medios digitales y los fotógrafos también sufrimos la crisis y existimos.
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