Compromís y PSPV señalan una «autopromoción» de Catalá y Almeida en lugar de una verdadera promoción de las Fallas
Valencia 22/11/2023 Redacción. La reciente decisión de disparar una mascletà en Madrid como promoción previa a las Fallas de 2024 ha desencadenado críticas por parte de los partidos de oposición en el Ayuntamiento de Valencia. Compromís y PSPV han señalado el intento de «autopromoción» por parte de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ambos del Partido Popular.
Madrid acogerá su primera mascletà el fin de semana antes de la Crida de las Fallas
El concejal de Compromís, Pere Fuset, expresó su preocupación sobre la prioridad de atraer turistas desde Madrid para las Fallas. Lamentó que la ‘mascletà’ en Madrid se presente como una oferta a dos alcaldías del PP en lugar de ser una auténtica promoción del sector pirotécnico valenciano. Además, criticó la negativa del PP a apoyar medidas de Compromís para respaldar este sector.
Fuset subrayó que Compromís no adoptará una oposición destructiva, pero vigilará cualquier exceso político en torno a las Fallas. Anunció un seguimiento responsable para evaluar el costo de esta ‘mascletà’ en Madrid y su enfoque, siempre pensando en las necesidades reales de la fiesta valenciana y evitando la propaganda política.
Por otro lado, la concejala socialista Nuria Llopis censuró el uso de las Fallas para eventos políticos de autopromoción financiados con fondos públicos. Afirmó que el PP está utilizando las fiestas valencianas para obtener publicidad, mostrando poco respeto por esta celebración. Llopis criticó la mascletà en Madrid como un acto de partido más que una promoción genuina.
Además, exigió transparencia sobre los costos y la organización del evento, preguntándose quién asumirá estos gastos y si el acto pirotécnico estará acompañado de otras actividades. Manifestó que hay numerosos lugares tanto dentro como fuera de Europa para promocionar las Fallas y cuestionó el objetivo real de este evento en Madrid.
Las críticas de la oposición ponen en tela de juicio la intención detrás de llevar la mascletà a Madrid, resaltando la necesidad de transparencia en los costos y la autenticidad de su propósito promocional.
