La punxà y la Ciudad Fallera: una tradición en decadencia que pide renovación

Valencia 27 de julio de 2025 – Juan Meneses La tradicional punxà de la flor, uno de los actos más representativos de la Gran Feria de julio, vive momentos difíciles. Lo que antaño era una celebración abierta, viva y con gran participación ciudadana, hoy se muestra como una sombra de lo que fue. La Ciudad Fallera, epicentro histórico de la creación artística de las Fallas, languidece poco a poco, mientras los talleres se reducen y la participación pública se diluye.

Momentos de la Punxà de la flor. Foto: Pablo Garcés.
Mañana de trabajo adornado las carrozas de la Batalla de Flores. Foto: Pablo Garcés.
A pesar del calor, la punxà fue a buen ritmo. Foto: Pablo Garcés.
Remate de una de las carrozas de la Batalla de Flores, obra de Vicente Julián García. Foto: Pablo Garcés.

Este sábado, algunos de los pocos talleres que aún mantienen viva la tradición mostraron parte de su trabajo. El taller de Jordi Palanca, junto a su equipo, y el de Vicente Julián García, ubicado en la calle de la Nau del Gremio, permitieron entrever algunos de los diseños que formarán parte de la esperada Batalla de Flores de este año.

Calles cortadas y control de acceso

Las calles aledañas a los talleres fueron cortadas por motivos de seguridad, lo que actuó como un elemento disuasorio para los curiosos y amantes de la fiesta. La posibilidad de observar de cerca el avance de la punxà quedó restringida a unos pocos, en lo que antaño era un acto multitudinario, accesible y familiar.

La mañana tuvo un tono más institucional: las cortes de honor y las Falleras Mayores de Valencia participaron en la colocación de flores en las carrozas, en un ambiente distendido y didáctico. Por la tarde, se celebró un homenaje a la Ciudad Fallera en su 60 aniversario, organizado por la comisión La Nova de Benicalap. Nuevamente, el acto se desarrolló a puerta cerrada, sin presencia masiva de público ni comunicación abierta.

Berta Peiró, Fallera Mayor de Valencia 2025, junto al panel conmemorativo del 60 aniversario de la Ciudad Fallera.
Falleras Mayores de Valencia junto a sus cortes y máximos representantes de la Falla La Nova de Benicalap.

¿Hacia dónde va la Ciudad Fallera?

La decadencia de la Ciudad Fallera es un proceso que preocupa a los profesionales del sector y a los defensores del patrimonio cultural valenciano. Aunque se intenta mantener una imagen de continuidad mediante celebraciones conmemorativas, la realidad es que el músculo artístico que dio fama al barrio se debilita cada año.

Es necesario preguntarse qué papel quiere jugar la Ciudad Fallera en el futuro de las Fallas. ¿Podrá reinventarse como un centro cultural y artístico accesible, vivo y participativo?

Una tradición que merece ser preservada

La punxà de la flor no es solo una costumbre; es un símbolo de identidad. Su declive no debe asumirse con resignación, sino como una llamada de atención para repensar y revitalizar su formato.

Así se pincha la flor en la carroza. Foto: Pablo Garcés.

Hoy más que nunca, la labor de los artistas falleros merece reconocimiento. Gracias a su esfuerzo, esta tradición sigue viva. Pero sin un compromiso colectivo –institucional, ciudadano y mediático– el riesgo de que la punxà se convierta en un recuerdo del pasado es real.

Falleras Mayores de Valencia y el concejal de Fallas durante la punxà. Foto: Pablo Garcés.

Un reportaje de Pablo Garcés @aficiografo