La tan manida cita de Jorge Manrique a raíz de la muerte de su padre en 1476, podría aplicarse perfectamente al colectivo fallero, tan proclive a recibir tópicos a menudo injustos y alejados de la realidad. Tradición y progreso son dos términos perfectamente compatibles.
De nuestro colectivo fallero se ha dicho de todo: somos machistas, pertenecemos a la derecha más rancia, hacemos olor a naftalina porque vivimos anclados en el pasado y un largo etcétera que todos conocemos. Sin embargo, no hay más que pegar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta de que las generalizaciones nunca son positivas, y que la fiesta fallera, al igual que nuestra sociedad, avanza a pasos agigantados.
Hasta hace relativamente poco tiempo, el papel de la mujer en la fiesta fallera era puramente testimonial. Se prohibía a las mujeres casadas asistir a las juntas generales (porque sus “obligaciones” eran otras) y no podían formar parte de la Directiva, lo que irremediablemente les condenaba a ser mujeres “floreros” y a ocupar un lugar secundario en toda la parafernalia fallera. Mi Comisión, Doctor Serrano – Carlos Cervera – Clero fue de las primeras en tener una mujer como Presidenta, allá por los años 80, en un cargo que estaba reservado para varones entrados en años, vestidos de riguroso negro y orgullosos luciendo su fajín rojo, a menudo con dotes dictatoriales.
Durante todo el mes de abril y principios de mayo, se han ido sucediendo relevos en las presidencias de las Comisiones y de las Agrupaciones, y cuál es mi alegría al comprobar que muchos de estos cargos están siendo ocupados por mujeres. Alegría por saber que la Fiesta evoluciona, alegría por comprobar que se van eliminando falsos tópicos y alegría porque la presencia de una mujer al frente de cualquier colectivo va a aportar siempre un punto de vista diferente, una sensibilidad mayor y un gran cuidado de todos los detalles, tan necesarios siempre y a menudo tan poco tenidos en cuenta.
Quedan escasos días para las Elecciones Municipales; Quién sabe si el puesto de Concejal de Fiestas será ocupado también por una mujer, lo que sin duda reafirmará que las Fallas se escriben en femenino.
Roberto Elías Martín.