La difusión de la cultura y la tradicción es lo que mueve su pasión por la ciudad.
La historia de Valencia se puede descubrir de muchas maneras. Con investigación y pasión lo ha conseguido Rafa Solaz, valenciano y apasionado de su ciudad y todo lo que ella engloba. Desde bien pequeño descubrió su amos por los libros y decidió formar una gran biblioteca privada con ejemplares únicos. Meta que ha conseguido superer con creces.
Guarda manuscritos privados originales de grandes personalidades de Valencia, ha realizado exposiciones en el Ayuntamiento , ha escrito diversos libros y cuenta con un archivo gráfico como pocos existen en la Comunitat. Esto le ha llevado a ealizar su próximo trabajo recopilando imágenes únicas.
Seguro se lo han preguntado muchas veces, pero ¿Cómo le nace la pasión por la bibliofilia?
En mi caso fue una incognita. En mi casa no habían libros ni nadie me inculcó el amor hacia ellos. Fue algo natural que, quizá, yo ya llevaba en mi interior. El primer libro que compré fue “Las aventuras de Tom Sawyer” y esto ocurrió a los once años. Soñaba con tener una biblioteca privada, con estanterías repletas de libros antiguos. Poco a poco esos sueños se hicieron realidad. Actualmente poseo más de once mil obras además de un archivo documental y fotográfico.
Como amante de los libros y de descubrir nuevos ejemplares ¿Cuál diría que es su mayor descubrimiento? ¿ A cuál de todos los libros de su colección le tiene mayor apego o afecto?
Quizá a ese mi primer libro que he citado. Pero hay diversos en mi colección a los que tengo especial cariño: el dietario de Pablo Carsí, un manuscrito que trata excluxivamente de Valencia, otro manuscrito, el de Biñeque que fue un viajero que recorrió y permaneció en la ciudad dos años describiendo todas sus fiestas, un incunable del Papa Borja, el libro de condolencias a la muerte de Blasco Ibáñez –una joya- con más de quince mil firmas de valencianos que despidieron sus restos, los libros con autógrafo de diversos escritores… en realidad hay muchos que podría señalar tanto por su rareza, por su valor histórico y sentimental.
Es un reconocido conocedor de la historia y las costumbres de Valencia ¿Cree que los valencianos conocen su historia? ¿Los ciudadanos de Valencia conocen su ciudad, o son meros usuarios?
Las últimas tecnologías han propiciado la divulgación de datos históricos y cada vez son más las personas que se interesan por Valencia y su historia. Hay portales y foros en internet que así lo demuestran. Yo creo que en las últimas décadas se ha experimentado un incremento de gente muy interesada, personas que acuden a conferencias, a exposiciones… viven más el aspecto cultural y ello conlleva a conocer más la ciudad.
¿Las tradiciones son como nos las cuentan o hay mucho invento? ¿Realmente se cuidan las tradiciones de Valencia?
Valencia es rica en tradiciones. Somos un pueblo bastante activo en este sentido. Hay muchos buenos investigadores que se han preocupado de rescatar tradiciones perdidas. Hay otros, por el contrario, que se basan en leyendas o historias faltas de rigor, no documentadas. Pero en general sí se cuidan las tradiciones a pesar de que muchas de ellas se han perdido.
Tenemos entendido que descubrió y rescató un manuscrito de un viajero de 1819 que habla de Valencia y las Fallas, y que transcribió y publicó….¿Cómo era la Valencia y las Fallas de esa época?
Fue todo un hallazgo. Ese manuscrito lo compré en Madrid en una subasta. Sabía que trataba de Valencia pero no del tema festivo que contenía. Mi sorpresa fue cuando lo tuve entre mis manos y vi la descripción que el autor hacía de las fallas. Es importante porque es la primera cita en castellano de las fallas y su descripción detallada. Fue motivo de mi libro “Fiestas y costumbres de la ciudad de Valencia”, un estudio en el que transcribo el manuscrito y aporto datos que amplian el texto.
¿Cómo ve las fallas antiguas con las actuales y su relación con Valencia?
Ha habido una transformación evidente. Respecto a la fiesta, las fallas, formaban parte de las denominadas “festes de carrer”, con un grupo de amigos y vecinos que las organizaban quizá un mes antes de San José. Poco a poco se fueron organizando y ya hubo una estructura fallera basada en las juntas de clavarios de antiguas fiestas religiosas.
A través de los años las fallas han experimentado un crecimiento notable, la estructura está mucho más oficicializada, quizá se ha perdido el verdadero carácter de aquellas “festes de carrer” en las que participaban y vivían activamente todos los vecinos. El incremento de comisiones, la altura de los monumentos o el aumento de actos falleros ha hecho diluir el sentido primitivo.
Pero estamos en el siglo XXI y las fallas representan para Valencia una ventana abierta al mundo, las noticias falleras se exportan y su fama es reconocida produciendo, a su vez, un fenómeno turístico ya que infinidad de personas de distintos lugares nos visitan durante la semana fallera.
Este mismo año ha organizado una excelente exposición denominada “Falles de Cartó” para el Ayuntamiento de Valencia, ¿Qué quiso destacar y proponer al visitante, sobre las Fallas?
Mi intención era difundir la importancia de las fallas y su valor patrimonial a través de documentos e imágenes de mi archivo. Fueron cuatro salas del Ayuntamiento donde se pudieron contemplar fotografías antiguas, documentos, libros, llibrets, juguetes… Se expuso un fragmento de la historia de las fallas con objetos que permitían ver el recorrido histórico de diversos temas, como por ejemplo la indumentaria o los oficios que surgen y que van unidos a la fiesta. Realmente fue una exposición que debió de permanecer mucho más tiempo para que fueran muchos más los visitantes que la contemplaran. Aún así pasaron miles de personas.
El “Museo del Silencio”, del que es director ¿Es una experiencia que todo amante de Valencia debería conocer?
Hasta hace poco el Cementerio General de Valencia era el gran desconocido. Estoy contento por mi aportación y la creación de las rutas en las que se muestra la historia de este camposanto que es realmente todo un continente donde se hayan doscientos años de la historia de Valencia, el arte funerario o aquellas personas ilustres a las que nunca habría que olvidar, unas rutas que aconsejo a todo el ciudadano, son gratuitas e interesantes bajo el punto de vista histórico, social, artístico y antropológico.
¿Qué nos tiene preparado para este año? ¿Cómo se presenta el futuro de Rafa Solaz?
Tengo tantos proyectos que siempre digo que necesitaría dos vidas para llevarlos a cabo. Ahora estoy inmerso en la selección de antiguas fotografías en blanco y negro de mi archivo que tratan sobre diversas fiestas de la Comunitat Valenciana, Esa quizá sea mi próxima obra, ya tengo elegidas más de setecientas imágenes que van desde 1870 a 1970, un siglo de fiestas de diversas poblaciones de Alicante, Castellón y Valencia, sin olvidar los festejos de la ciudad en los que, obviamente, se incluyen las fallas. Quizá será un estudio formado por tres volúmenes mínimo.
Mi deseo siempre es difundir la cultura, la tradición, la vida social de los valencianos. Soy un continuo aprendiz. Y todos los días aprendo y crezco rodeado de libros, examinando documentos y desenpolvando viejas historias para después trasmitir todo, para contarlo. Ese es mi presente y futuro, mi sueño.
Juan Meneses
Imágenes propiedad de Rafael Solaz
