La cuarta edición del Premio Vicente Monfort de Les Arts, que otorga anualmente la Falla Alameda-Avenida de Francia, más conocida como Falla de Les Arts, ha tenido sabor flamenco y proyección internacional, gracias a su galardonado este año, el bailarín Rafael Amargo.
Emocionado y arrollador, Rafael Amargo recibía el galardón de las manos del Presidente de Junta Central Fallera, Pere Fuset, tras las intervenciones del Presidente de la comisión, Manuel Cabrera Faus, que ponía en valor el esfuerzo y tesón con el que la comisión prepara este premio, y con la seriedad y respeto con el que se delibera y concede un galardón que pretende ser un referente cultural en la sociedad valenciana.
Amargo agradeció el premio emocionado, deseando que las fallas consigan ser Patrimonio de la Humanidad, tras repasar parte de su vida artística y abriéndose en lo personal ante un público rendido al arrollador bailarín.
El premio hace homenaje al legado recibido por Vicente Monfort, el que fuera coordinador de la Mostra de Cine del Mediterráneo, y fallero de la comisión.
El acto fue conducido por nuestro compañero Marcos Soriano, destacando la presencia del jurado formado Amparo Iborra Ferrer, licenciada en Ciencias de la Información-Periodismo; José Manuel Acosta García, empresario de la industria gráfica y Vicepresidente 2º de Junta Central Fallera; Laura Caballero Molina, Profesora, Fisioterapeuta y Fallera Mayor de Valencia 2011; Alberto Pla Monfort, licenciado en Psicología, en representación de la familia de Vicente Monfort, y presidido por el presidente de la comisión fallera.
Además, asistieron, entre otras personalidades, la Regina dels Jocs Florals, Noelia Durbán y la Clavariesa Mayor de San Vicente, María Falcón.
Rafael Amargo es un bailarín y coreógrafo ecléctico. Se ha inspirado en el más puro flamenco de sus maestros, pero a la vez ha asimilado otro tipo de tendencias coreográficas, como las enseñanzas en la escuela de Marta Graham durante su estancia en Nueva York. Sus coreografías rebosan una concepción tradicional y a la vez actual. A veces muy cercanas al baile contemporáneo, nunca pierden el punto de referencia de la esencia del flamenco. Tiene un incesante contacto con el mundo artístico y cultural, que le ha permitido ser apadrinado en los inicios de su carrera por artistas plásticos como Luis Gordillo o Esperanza D’Ors; ser fotografiado por Bruce Weber y Christopher Makos, o Annie Leibowitz, o coreografiar, para el Museo Chillida de Hernani, una pieza inspirada en la obra del escultor.
Ello le ha permitido crear con una mentalidad muy abierta, que ha enriquecido considerablemente sus coreografías y que ha despertado interés en estos círculos, entre los que se encuentran algunos de sus más fieles (y famosos) seguidores. Aunque Rafael Amargo es un reivindicador de la compañía de baile, y del concepto teatral y escénico del flamenco (con la inevitable referencia a su admirado Antonio Gades), ello no le impide bailar de vez en cuando en los tablaos, o investigar coreográficamente en el entorno de la danza contemporánea. Debuta profesionalmente en Madrid a los dieciséis años, en la Compañía de la gran Lola Flores, bailando en los años siguientes en los mejores tablaos de Madrid y en las mejores compañías de danza. Luisillo, María Rosa, Rafael Aguilar y Antonio el Bailarín pronto se convertirían en sus maestros y referentes en el baile.
Redacción
Fotos. Don Falleret