Este pasado martes 21 de abril realizabamos esta estrevista/charla con el psicólogo Miguel Fuster, en el programa Al Tombe, en La Maxi Radio València
J.M. – Damos la bienvenida a Miguel Fuster que es psicólogo, amante de las fallas, psicólogo de Cidai Psicólogos. Con él vamos a mantener una charla, más que una entrevista, para un poco dilucidar todo lo que nos está pasando a nuestro entorno. Bienvenido a Al Tombe.
M.F. – Buenas, encantado de estar aquí con vosotros echando un poquito de luz a esto.
J.M. – Espero que nos ayudes, sobre todo a todos los que nos escuchen, todos los que nos vean e incluso puedan contactar contigo para cualquier duda que puedan tener psicológica.
Estamos en una situación de gran estrés, se nos han roto todas estas rutinas. Comentábamos previamente preparando la entrevista, que el mundo fallero de repente se quedó es shock y con él una gran parte del ámbito del fallero de a pie: falleras mayores, falleras mayores infantiles, presidentes infantiles, artistas, pirotécnicos… Miguel, tú que eres el experto ¿qué nos está pasando? ¿Y qué pautas podemos adoptar para un poco mitigar esta situación?
M.F. – Bueno, de alguna manera el qué nos está pasando a todos si ahora nos centramos un poco en vosotros, en el mundo fallero, si que es verdad que ha habido algo bastante doloroso. Si os dais cuenta estábamos en el momento a punto de que llegara la fiesta, en el momento de la gran explosión, de la gran celebración. Tanto los artistas ya habían trabajado durante muchísimo tiempo, todas las fallas se habían organizado… Llega el momento de la celebración y justo en ese momento llega el corte.
Es verdad que esto a nivel de impacto emocional si que genera muchísimo malestar. Es una especie de duelo, porque en el momento en el que de alguna manera lo que se suponía que íbamos a tener, el momento de fiesta y de celebración, justo lo que tenemos es un momento de duelo. Porque se corta de repente toda esta celebración.
J.M. – Estar encerrados en casa nos está generando entrar en buble con algunos temas, nos está dando problemas en el sueño, los niños no llegan a adaptarse. ¿Alguna pauta que tú nos puedas recomendar sobre todo para los más pequeños dentro de este ámbito?
M.F. – Llevamos prácticamente un mes y empieza a ser bastante más complicado. Si pensamos en las pautas como me estás diciendo yo te diría que en la medida de lo posible si que es necesario que haya cierto nivel de cotidianidad dentro de lo extraño.
Hay una cuestión que si que sucede aquí que es que cuando tenemos experiencias de alto nivel de estrés como ha sucedido ahora, ¿qué podemos ver? Lo que ha sucedido ahora es que el “enemigo”, el virus, no lo vemos. Esto lo que sucede es que hace que nuestro sistema nervioso esté, aunque estemos viviendo una vida más tranquila acinados en casa, un poco más activado de lo normal. Aun estando haciendo actividades como aprovechando para estar un poco más con los niños, disfrutando un poco más de ellos. Es verdad que es mucho tiempo, que además si nos damos cuenta está en casa el teletrabajo, hay muchas otras cosas que hacer. Es un poco difícil también de atenderlos.
Me dices cosas que se podrían hacer y pienso que ya las están haciendo las familias y las están haciendo bien. Sí que es importante el hecho de intentar en la medida de lo posible ser mucho más prudentes a la hora de tener un orden. El orden de las comidas, si hay algunas rutinas que se hacían a determinadas horas marcarlas a determinadas horas. El orden del sueño, intentar en la medida de lo posible que se siga cumpliendo. Luego como te decía que al haber más nivel de estrés hay una sensación de que no pasa nada pero los que salimos a la calle, igual tenemos que salir a hacer la compra, todavía genera más estrés el ver como todo está completamente parado.
Que en la parte de la cotidianidad haya cierto orden, cosas muy básicas como hasta beber agua, cierto nivel de orden en la alimentación, que haya un poquito de ejercicio. Ten en cuenta que hasta los que no iban al gimnasio, en principio se movían. La gente a la que no le gustaba el gimnasio no pasaba nada, pero tenía igual que ir al trabajo caminando o bajar más escaleras o subirlas. El cuerpo sí necesita que haya cierta movilidad. Es una parte importante en la que yo sí os insistiría que de alguna manera se busque esa cotidianidad.
Ahora sé que pronto los niños van a empezar a poder salir, pero sí que es verdad que volvemos a lo de antes: los niños van a poder salir pero de una manera peculiar. Van a poder salir con su familia, poquito a poco, no va a ser todavía lo que ellos anhelan o desean como es natural que es estar con sus amigos.
J.M. – Es una situación que no va a ser rápidamente eludible. Según los expertos y según las recomendaciones que nos están llegando, vamos a estar una prolongada temporada por así decirlo. Incluso nuestro comportamiento va a tener que modificarse. El tema del trato cotidiano con las personas más allegadas va a cambiar, ¿no? ¿Eso cómo lo estás viendo día a día?
M.F. – No solo con las personas más allegadas. Fíjate el otro día, por una circunstancia me vengo a vivir a casa de mi madre y como me iba a venir tiempo, llevaba una maleta. Ella se queda sola y yo me vengo a vivir con ella. Lo normal, el taxista quiere ayudarme. Lo que le pido al taxista es que por amabilidad hacia mí no me ayude. Date cuenta que todo tiene que ser reaprendido de nuevo, en este caso el respeto.
El cuidado tiene que ser más bien la distancia, tiene que ser ahora mismo la prudencia. Si queremos hay que tener más cuidado a lo mejor con el contacto. Siendo además una cultura como lo es la nuestra, que es una cultura de contacto, va a ser relativamente esa parte de adaptarse a que aspectos que anteriormente de una manera cotidiana sugerían afecto, ahora van a sugerir peligro, esto sí que va a necesitar de tiempo. De tiempo para poder entender, para poder integrarlo y eso va a generar estrés también.
J.M. – Tú estás dentro de una acción solidaria que me gustaría que nos explicaras. La situación es una parte negativa, son tiempos malos y los tenemos que asimilar. Pero también sale la parte más positiva.
Tú estás dentro de una campaña de EMDR España, lo vamos a repetir más a menudo para que nuestros oyentes lo conozcan. Que es una intervención online para personal sanitario y afectados en primera línea de la Covid19. ¿En qué consiste esta acción?
M.F. – Diríamos que la Asociación EMDR normalmente trabaja desde un modelo en el que somos especialistas en trauma y en estrés. Una de las cosas en la que pensamos todo el conjunto es el hecho de poder ayudar a las personas que de alguna manera están más en primera línea. Porque entendemos que estas personas están también con un alto nivel de estrés.
El trabajo que hacemos nosotros lo que ayuda es a ir metabolizando el estrés. Podríamos pensar en una situación de alto nivel de estrés como comerte una comida bien fuerte. Había un compañero que nos enseñaba esto: te comes una comida bien fuerte, estás intentado digerirla pero no hay manera. Te notas pesado e igual te tomas una medicación para ayudar a que esa comida se digiera. Diríamos que con lo que estamos viviendo, si piensas en el cerebro es una experiencia de alto nivel de estrés.
Lo que hace nuestro cerebro de una manera natural es pensar en ella, darle vueltas, seguir pensando en cómo poderlo resolver, hablar de ello. Igual puede que sueñe con ello pero normalmente como la experiencia tiene tanto nivel de estrés cuesta mucho de digerir. Es ahí donde vamos nosotros. Pensando en el personal sanitario, en los policías, en las personas que están en primera línea, también en personas de supermercados. Diríamos que son personas que están todavía sometidas de una manera mucho más alta de niveles de estrés. Lo que hacemos entonces es una intervención breve. Son unas tres o cuatro sesiones en grupo por internet en el que ellos relatan algo de lo que cuentan pero lo que hacemos es pensar en ello de nuevo.
Hay un ejercicio que hacemos que se llama “el abrazo de la mariposa”, que si me ves en principio el abrazo se hace con las dos manos, es muy potente y pensando en la experiencia vamos ayudando al cerebro a que pase por el momento de estrés de una manera más fácil y vaya digiriendo. Recuerda que hay una parte importante en esto y es que estamos hablando de que es continuado, que la experiencia no ha acabado y va a tardar en acabar. Entonces es ayudar para que puedan ir metabolizando, sobre todo para que no se generen esas experiencias de estrés postraumático.
Experiencias que habrás visto en los periódicos y en las noticias que se dice que se van a generar mucho de ellas en el personal sanitario y en las de primera línea. Ahí es donde hemos pensando que podíamos echar el cable nosotros.
J.M. – ¿Estáis viendo algún tipo de resultado positivo con estas acciones? ¿Las estáis ampliando a algún otro sector como servicios sanitarios como ambulancias…?
M.F. – El servicio realmente en toda España se está iniciando. Llevamos ahora mismo nosotros un mes reunidos. Vamos reuniéndonos todas las semanas, pero el servicio se va iniciando. Los resultados los conocemos porque se han hecho investigaciones. El año pasado no se si sabes que en València llegó el Aquarius. Toda una gente del EMDR de la Comunidad Valenciana y de Murcia estuvo trabajando con doscientos chavales. Lo que se hizo con ellos es que con cien chavales se hizo directamente la intervención y los otros cien era el grupo control. Lo que se hizo fue investigación. Lo que pasa es que luego al grupo al grupo control también se le ayudó.
Esta investigación además se presentó en revistas americanas también, ahora no se decirte el nombre pero se ha presentado en un par de revistas. Si que se ha demostrado de manera científica, que es una de las cuestiones más importantes para nosotros, que el protocolo que estamos utilizando ahora con los sanitarios funciona y es avalado. No es solo que nosotros consideramos que funciona, sino que sabemos que hay una parte científica detrás.
J.M. – Hay un componente también muy negativo en el tema de la pérdida, el luto. Es como que hemos estado, la sociedad en general hasta que no hemos rendido culto a las víctimas, de manera festiva o de celebración frente a la pandemia. ¿Crees que el comportamiento es un comportamiento lógico a nivel colectivo? ¿Nos tenemos que enfrentar a esa pérdida y a ese luto para asimilar la situación que nos está pasando a todos?
M.F. – La verdad es que de una manera u otra yo creo que todos estamos viviendo pérdidas. Hay gente que las estamos viviendo de una manera directa y hay otras que las están viviendo de una manera un poco más alejados. Pero también están viviendo el luto. Si que es verdad que es necesario crear maneras. Si pensamos en el duelo para las familias, pues si ahora tú y yo estamos haciendo una entrevista así, yo sí que recomendaría cuando hay un familiar perdido o cuando ha muerto un familiar es que si no se ha hecho un duelo o no se ha podido celebrar es que se haga una celebración familiar conectados. Conectados por plataformas como Zoom o en otras en las que se puedan conectar varias personas. Si que es necesario el hecho de ir sustituyendo el ritual.
El duelo habrá que cerrarlo, pero es necesario hablar de la persona que no está. Exactamente igual que cuando hay una persona ingresada, el hecho de aumentar la probabilidad de que haya un contacto con ella en la medida de lo posible. De nuevo pienso en las Redes Sociales, por la experiencia personal. Por ejemplo yo sí que he tenido la suerte de acompañar a una persona muy cercana en todo su proceso hasta que ha fallecido. Y lo he hecho con el móvil pegadito, lo hemos hecho la familia. Hemos estado lo más cerquita de esa persona y nos ha ayudado un poquito a nosotros, dentro de lo difícil que es. Pero nos ha ayudado un poco a nosotros el poderlo digerir.
J.M. – Lo comentabas antes con el tema de las Redes Sociales, ¿quizás hay un estrés de excesiva información o de vez en cuando nos recomiendas que apaguemos los móviles, no veamos tanta televisión y nos dediquemos a hacer otra actividad?
M.F. – Yo creo que sí que es importante tener mucho cuidado. Si hay mucha información lo que sucede es que nuestro cerebro está todo el rato en peligro. La situación los dos sabemos que es de peligro y probablemente todos nuestros oyentes lo saben. Pero si yo sé que es de peligro lo que necesito no es recibir tanta información.
Cuando mi sistema nervioso se sobrepasa voy a entrar en modo peligro. En modo peligro normalmente: voy a estar liberando muchísima más adrenalina; mucha más nueva adrenalina y voy a tener muchos más problemas de sueño; voy a estar más irritable; voy a tener mucha más sintomatología física. Entonces es imprescindible el cuidar mucho la información y cuidar mucho a los pesados, la gente que es muy pesada y muy ceniza que dice “esto es terrible”. Porque necesitamos cuidarnos. Poquita información y la gente cercana y que nos conectemos que nos ayude. Lo que notemos que no nos ayuda, cortarlo en la medida de lo posible. Yo os lo recomiendo muchísimo.
J.M. – Muchísimas gracias Miguel Fuste, psicólogo de Cidai Psicólogos. Eres un grana amante de las Fallas, me consta. Muchísimas gracias por atendernos y que participes en el Al Tombe. Pretendemos ayudar un poquito a la gente, que no sea solamente información un poco vacía, sino que al final se queden con lo que nos has comentado, con esas pautas y con esas recomendaciones.
M.F. – Yo encantado de haber echado un poquito de luz, eso espero. Y si me necesitáis para cualquier cosa aquí estoy. Un abrazo.