Hay personas que aportan y que te abren su conocimiento para ser compartido por aquel que quiera oirlo. Este es el caso de Cristian Salomoni, un «italovalenciano» como él se define, experto en comuniciación no verbal, detección de la mentira y un enamorado de València y de las Fallas.

 

J.M. – En las tertulias de Al Tombe hoy contamos con Cristian Salomoni, bienvenido.

C.S. – Gracias por invitarme, mucho gusto.

J.M. – ¿Qué tal Cristian? ¿Cómo va esta reclusión a la fuerza, aunque no paramos de trabajar?

C.S. – Bien, ha habido momentos de altibajos. Al principio tomas todo en plan “qué está pasando”, como algo novedoso. Bien, ahora haré todo lo que no podía hacer antes, porque ahora estoy en casa y puedo hacer mil cosas. Luego empieza el aburrimiento, el desconcierto, el querer salir, echar de menos muchas cosas. Una persona tiene que tomárselo con humor y con positividad. Si no el ánimo se ve también afectado.

J.M. – Para aquellos que no conozcáis a Cristian Salomoni yo os recomiendo que lo sigáis en sus Redes Sociales, en su Instagram, en su Facebook. Es una persona que colabora con diferentes medios de comunicación a nivel nacional. Sobre todo por su vertiente profesional que es la siguiente: él es criminólogo (me vas corrigiendo si no es así); profesor de comportamiento no verbal; analista de la conducta en Nechi Group; especialidades en comportamiento no verbal, comunicación política, criminología, psicología criminal…; profesor e informador en comunicación no verbal…

En fin, tienes un currículo extensísimo y a parte eres fallero de la Falla Músico Espí. En esta entrevista vamos a intentar conocerte un poquito más y tu opinión sobre ciertas cosas que nos están ocurriendo en una situación de la pandemia por culpa de la Covid19. Esta enfermedad nos ha noqueado y nos ha creado una sobre información. ¿Tú crees que nos mienten (bueno, sabemos que nos mienten), nos mienten demasiado o mucho?

C.S. – El problema aquí es la información que llega. Tenemos siempre que preguntarnos, lo digo siempre en mis clases de la universidad, a nosotros mismos de donde vienen. Si estas noticias son por lo menos fiables. Debemos tener el sentido crítico tanto con nosotros mismos, como con otras personas. Todo el tema de las fakenews, de los deapfakes, al final el tema de mentiras emocionales.

Hoy en día lo que cambia un poco con las mentiras de años atrás es la vertiente emocional: el querer provocar una emoción muy fuerte al lector. El lector casi nunca se lee un artículo entero. Se crean titulares enormes que llaman a emociones negativas como el miedo o la ira. Si las analizamos son noticias donde no se sabe de donde viene la fuente, no se sabe donde se han sacado.

Sobre todo hoy en día con las Redes Sociales (Whatsapp, Facebook) que utilizan la ignorancia virtual de mucha gente como puede ser mi madre o mi padre, que son jóvenes pero no han nacido con las Redes Sociales como nosotros, aprovechan el hecho que esta gente no sabe ver si esta página web es de un periódico o no, si la página web se ha hecho adrede para fomentar ese bulo.

Hay que tener muchísimo cuidado. De hecho en mis Redes Sociales intento dar algún “tips” para placar el tema de las fakenews, de titulares muy amplios que piden compartirlo con todos tus contactos. Una cosa que tienes que compartir con todos tus contactos llama mucho la atención. Estamos plagados aunque no viene solo ahora con el caldo de cultivo por el coronavirus. Todos los días recibimos mails de “has ganado una oferta”, “hay un banco que no es el tuyo que te dice que no has hecho algo”, estamos repletos de mentiras. No solo a nivel informativo, sino también a nivel personal. Una persona en una conversación se mide que hay una mentira por cada diez conversaciones. Yo me ocupo sobre todo de la detección de esa mentira, sobre todo con la comunicación no verbal.

 

J.M. – Has tenido análisis espectaculares como desde el Gobierno a, por ejemplo hace poquito, el gobierno finlandés como estrategia positiva e incluso de la aparición de las dos infantas españolas. Resúmenos un poco para toda la audiencia las conclusiones sobre la actitud de estas personas que son tan públicas y lo que nos puede generar.

C.S. – Es muy sencillo: nosotros somos vistos antes que escuchados. Entonces nuestra comunicación verbal tiene que ser congruente con nuestra comunicación no verbal y viceversa. A la hora de comunicar tienes que preguntarte muchas cosas: cuál es tu objetivo, cuál es tu mensaje, qué quieres transmitir. Eso en nuestra vida tanto personal como profesional. Si quieres decir a tu pareja que le quieres, tienes que utilizar un registro emocional, un registro verbal y otro no verbal. ¿Cuántas veces nos ha pasado de: no me he enfadado por lo que has dicho, sino por cómo me lo has dicho? A lo mejor me has gritado, me has señalado con el dedo, has puesto una cara muy de enfado…

La comunicación no verbal tiene una vía cerebral que es mucho más rápida. El ser humano en la época primitiva no sabía hablar, pero sí que sabía utilizar su comunicación no verbal para poder huir, para crear una sociedad… Necesitamos tener una congruencia verbal y no verbal. A mi me llaman mucho los medios de comunicación para saber si ese político, ese personaje famoso, ese asesino que está declarando en el juzgado, si es sincero o cómo tendría que ser su comunicación política.

Uno analiza la comunicación no verbal (los gestos, la postura, la parte vocal, la expresión facial) para ver si efectivamente su estrategia política funciona. Para ver en el caso del asesino en serie si hay algo que está escondiendo, si es algo incongruente. Por tanto es la comunicación no verbal de la persona que siempre nos da mucha más información que la parte verbal, porque siempre escondemos algo a nivel no verbal. Quieras o no quieras hay deslices no verbales que siempre salen, sobre todo en momentos donde hay mucha emoción porque: estás delante de personas; a lo mejor pierdes la libertad por ejemplo en un interrogatorio; pierdes credibilidad en el aspecto político.

Por ejemplo, como estabas comentado, en el caso de la Infanta Sofía y la princesa Leonor la Casa Real ha utilizado estrategias muy aburridas, muy antiguas para dos niñas. Sin utilizar creencias políticas es una cosa objetiva de comunicación. Si quieres transmitir cercanía, además el mensaje era dirigido a los niños, no las puedes poner pegadas a la pared como si fuera un secuestro, leyendo un telepronter que pierde credibilidad… Había un “gracias” que tenía que ser la palabra más potente y el gracias se ha perdido ahí porque se juntaba con otra frase. No es natural, hubiera sido mejor utilizar su habitación, haciendo los deberes. Se busca que el mensaje cale y funcione.

Cristian Salomoni – Foto: Escala de Grises

J.M. -Te voy a pedir unas recomendaciones. Se que esto es un trabajo y se estudia y lleva su tiempo el formarse para especializarte como tú, pero ¿Algunas reglas básicas para todos los que nos oyen , para detectar esas mentiras en el día a día y en los medios de comunicación?

C.S. – En el día a día sobre todo olvidarnos de los falsos mitos de la comunicación no verbal, del tipo: si veo a la derecha o a la izquierda estoy mintiendo o si miro abajo estoy mintiendo. Porque además justo esos falsos mitos que también nosotros como profesionales tenemos que lidiar, porque hasta los jueces y los policías creen en esos mitos, son justamente todo lo contrario.

Está demostrado científicamente, lo dice un famoso psicólogo Birg , cuando mentimos miramos fijamente a la persona porque mentir es un acto tan difícil y requiere tanta carga mental (tienes que recordar la mentira, saber lo que estás diciendo, a quien lo estás diciendo, por si luego lo tienes que repetir…), el cuerpo para: la persona ya no gesticula, te mira fijamente porque el cuerpo lo dejas aparte para pensar la parte verbal.

La verdad en el cerebro está más accesible, entonces es complicadísimo mentir. La gente siempre me pide que le de un elenco o decálogo de algo que sirva para todos y eso no existe. Al final la mentira es el cambio del comportamiento no verbal y verbal de la persona. Si una persona está gesticulando, es una persona extrovertida, que habla mucho y de repente cambia, ahí hay algo.

No siempre implica que esté mintiendo, pero nos indica que hay algo que tenemos que descubrir. Curiosa también es la parte verbal. Está demostrado por ejemplo que a lo mejor personas que no utilizan palabras normalmente, resulta que eran registros verbales que usaba otra persona implicada como puede ser su amante u otra persona. Los cambios siempre hay que verlos con lupa.

Cristian Salomoni

J.M. – En València hemos sufrido, yo creo, una gran desinformación a raíz de la suspensión, que no es cancelación. El uso de las palabras nos llevan a equívocos porque los medios de comunicación dan por sentado que ciertas palabras significan una cosa cuando son todo lo contrario.

Es el caso de esa suspensión de las Fallas de València, inicialmente tratadas como aplazamiento, ahora mismo la suspensión es, a la vista, hasta el 15 de junio por parte del Alcalde así ha sido reafirmado. El concejal tuvo que salir hace unos días a dar un golpe en la mesa para aclarar en Redes Sociales el tema, porque los medios de comunicación generan titulares gancho, posiblemente falsos en la gran mayoría o que desvirtúan realmente lo que hay en el contenido. ¿Estamos indefensos ante tanta mentira?

C.S. – Yo siempre digo que la mentira es un poco como un lubricante social. Al final un mundo sin mentira es imposible. Hay mentiras sociales como “¡Ey! ¿Cómo estás?”, “Bien” y a lo mejor tú no estás bien, pero lo dices para no contar todos tus problemas a la persona con la cual estás tú conversando.

La mentira al final sirve para la vida, lo que pasa es que cuando se convierte en patológica ahí si que hay que estudiarla y hacer que la persona no mienta. En el tema de la política se están perdiendo algunos valores muy importantes como la empatía, el ponerse en los zapatos del otro. Hay muchos políticos que piensan que lo hacen muy bien cuando muchas veces no basta con saber o creer saber hacer las cosas, sino también hay que comunicarlas.

Lo que estabas comentando, muchas veces es más importante la sencillez de un mensaje, que sea importante y que impacte a nivel positivo. Al final en los políticos lo más importante es el hecho de tener que ayudar a la sociedad y tienen entonces que implicarse también con su comunicación. Por esto también trabajamos mucho con el tema de comunicación en tiempos de crisis.

Si la comunicación tiene que estar perfecta, en tiempo de crisis tiene que ser veraz, transparente, llegar en un momento concreto y son dinámicas más complicadas. Se necesita para ello un estudio, no una improvisación. Improvisar en comunicación siempre es malo, el no tener una estrategia, una idea a la cual ceñirse de esperanza, de positividad, que es justo lo que necesitamos ahora. Políticos que salen a una rueda de prensa con una corbata negra, ruedas de prensa de dieciocho minutos, todo eso cansa. Con el tema de la sobre información que estabas comentando falta estrategia, en definitiva.

Cristian Salomoni – Foto: Escala de Grises

J.M. – Eres fallero de una falla a la que le tenemos mucho cariño, le tenemos cariño a muchas comisiones falleras, pero en concreto a Músico Espí. ¿Cómo llega un italiano, español, que ahora mismo vives en Barcelona, con esa relación tan íntima con València y con las Fallas?

C.S. – Yo a València le debo todo. Yo llegué a punto de cumplir veinte años, enamorado de España después de un verano fantástico en Alicante y decidí que a España tenía que volver, pasase lo que pasase. De hecho cuando volví a Bérgamo, donde vivo, el destino estaba continuamente mandando mensajes de “tienes que volver a España”. Por ejemplo, estaba en el tren para volver a casa y la mujer delante de mí tenía un libro de viajes a España.

Yo estudiaba Ciencias Políticas en Milán y toda la calle principal de Milán con portadas gigantes de lugares de España. Pensé que el destino me estaba diciendo algo. Así que pedí la beca Erasmus y me destinaron a València. Allí me enamoré no solo por la gente que siempre me ha ayudado y descubrí el verdadero significado de la amistad, sino que también aprendí todo, desde aprender el castellano y el valenciano.

Llegué aquí sin saber una palabra de castellano, yo solo sabía decir “me llamo Cristian”, algo que aprendí de memoria para poder mantener la beca Erasmus, porque tenía un mini examen de español. También aprendí a hacerme el café, a poner la lavadora, en definitiva a independizarme. Por eso fue el mejor año de mi vida. Por eso digo, como decía el Titi, “a València le debo mucho”. Vine siendo un “pobre gitano” y València me dio de todo. Sobre todo llegaba como un italiano que quería integrarse, porque muchos amigos italianos solo hacían cosas de Erasmus, solo querían irse de fiesta Erasmus con italianos, cuando yo dije no. Yo sentí que este es mi sitio, quiero vivir aquí. Desde la cultura valenciana, la literatura, cosas más de la farándula, cosas más cómicas y culturales, donde también se encuentran las Fallas. Conociendo la falla Músico Espí por amigos en común recuerdo perfectamente que me atendió Toni, el “president”.

J.M. – Toni Segovia, que le mandamos desde aquí un gran saludo.

C.S. – Exactamente. Sobre todo porque siempre ha estado muy pendiente en esta temporada del coronavirus. Yo siendo italiano y sobre todo mi ciudad fue la primera zona roja, siempre ha estado pendiente preguntándome qué tal estás, tanto él como toda la falla preguntándome cómo estaba mi familia. Por eso el cariño y el hecho de acogerme como fallero para mí fue un sueño.

Yo siempre le digo a Toni “tú realizaste para mí un sueño”. Me sentía como un valenciano a mitad, sin haber disfrutado tanto la fiesta como las Fallas. Por eso empecé con ellos. La verdad mucha pena por todo lo que está pasando, pero los recuerdos de la falla del año pasado son increíbles. El esfuerzo de todos los falleros y las falleras, cada día había entregas de premios, cada día había algo y faltaban horas para hacer todo.

Cristian Salomoni – Foto: Escala de Grises

J.M. – Las Fallas es que se viven 365 días. A quien se le explica no lo llega a comprender, pero el que está involucrado en alguna asociación, ya sea una falla o una cofradía o cualquier tipo de asociación en España y fuera de España, puede entender que el trabajo es duro. Y tú lo has vivido, ¿no? ¿Cuáles son tus mejores momentos como fallero? Este año no hemos tenido Fallas pero ojalá dentro de poco sea posible celebrarlas de alguna manera.

C.S. – De los recuerdos sobre todo para mí es «l’Ofrena”. Para mí es justo como decirle gracias, llámalo a la Vírgen, llámalo al destino, llámalo a València mismo como ciudad. De todo lo que he vivido en València, todo lo que he aprendido. Digo siempre que lo que soy ahora es de lo que he vivido y aprendido en València.

Tanto saber la historia de España, la de València. Al final yo he vivido mi adolescencia en València y para mí es como si me hubiera criado en València. Cristian sin haber pasado por València, sin esa temporada en València, no hubiera sido el Cristian que soy ahora mismo. Para mí València lo ha sido todo. El hecho de que yo quería tanto vivir solo, vivir en libertad en una ciudad tan bonita, porque València es que lo tiene todo: tiene playa, tiene un clima fantástico, se come ni te digo, la gente es fantástica.

Yo he conocido y sigo teniendo amigos en València y por eso le debo todo. Por eso mi recuerdo es la Ofrenda para darle gracias por todo lo que he vivido.

J.M. – Vamos a invitar, antes de despedirte, a toda esa gente que a lo mejor no conoce València, que en el momento que pueda nos visite. Yo creo que vamos a entrar en una etapa en el que el turismo tiene que ser en España. Y una buena visita puede ser a València. También Barcelona es preciosa, pero València nos enamora, ¿no?

C.S. – València mola. Yo siempre digo, soy italo-valenciano. De hecho he vivido más en Madrid que en València, pero es que me siento valenciano. No hay tu tía, es que “la terreta és la terreta”.

J.M. – La terreta tira. Espero verte dentro de muy poco por València, para disfrutar, para echar un rato en la Falla Músico Espí con la gente de tu comisión fallera, con tu falla. Una última pregunta: ¿tú eres más de “Saragüell” o de “Torrentí”?

C.S. – A no, “Saragüell” toda la vida.

Cristian Salomoni

J.M. -Pues ha sido un placer el haberte podido entrevistar, Cristian.

C.S. – Mil gracias, por fin. Por que ya sabes, te lo dije, te sigo muchísimo. Cuando finalmente pudimos conectar en Redes Sociales me puse muy contento. Yo siempre digo que la gente tiene que vivir las Fallas y conocer también todo el tema que hay detrás. Todo el tema de la indumentaria, todo lo que hay alrededor de las Fallas que es muy importante, como la labor que estás haciendo tú.

J.M. – Muchísimas gracias por lo que me dices. Aquí estamos aguantando el chaparrón como podemos. Yo te deseo muchísima suerte y lo dicho, nos citamos en València prontito.

C.S. – Muy bien, gracias.

Juan Meneses

Entrevista emitida en AL TOMBE el martes 28 de abirl de 2020 en La Maxi Radio València, 105.9 y 103.9 FM

© Don Falleret 2020. Todos los derechos reservados.

Todos los derechos reservados. Prohibido su uso comercial, reproducción, impresión y/o modificación total o parcial sin autorización expresa del autor.