Valencia 27/09/2025 Juan Meneses. Cada septiembre, cuando se acerca la elección de las Cortes de Honor y las Falleras Mayores de Valencia, muchas personas vivimos este momento de una manera muy especial. Para quienes amamos las Fallas, esta gala no es solo un acto protocolario: es un punto de encuentro, de emoción compartida y de identidad colectiva, con la vista puesta en las próximas Fallas. Por eso, el reciente debate sobre el cambio de escenario y el incremento de costes para la gala nos interpela a todos, más allá de los titulares.
Este año, la Junta Central Fallera (JCF) ha decidido trasladar la gala al Roig Arena, un recinto nuevo que duplica el aforo de la Fonteta —de 8.000 a más de 16.000 personas— y que promete un gran espectáculo con mejoras técnicas y escénicas. Sin embargo, este cambio también supone un aumento significativo del presupuesto: de unos 115.000 € en ediciones anteriores a cerca de 262.000 € en la actual (IVA incluido).
Más espacio, más espectáculo… ¿y más gasto?
Desde la JCF se ha defendido la decisión argumentando que el nuevo espacio permitirá que más falleros y familiares de las candidatas a la elección puedan vivir en directo uno de los actos más esperados del calendario. Además, el Roig Arena ofrece recursos técnicos de primer nivel que, según el concejal Santiago Ballester, acercan la gala a los estándares de los grandes eventos culturales.
No obstante, el desglose económico ha despertado preguntas legítimas: 90.000 € por el alquiler del recinto, 46.200 € en refuerzos técnicos, 12.000 € por salas adicionales, 11.000 € para la gestión de entradas, 21.000 € en iluminación especial y varias partidas más que elevan la factura final. Comparado con lo que se gastaba en la Fonteta, el salto es considerable.
Y aquí surge la cuestión de fondo: ¿cómo equilibrar la celebración de grandes eventos para la fiesta con una gestión económica prudente y transparente?
Una fiesta que es de todos
Las Fallas no son solo una fiesta y una tradición; son un motor económico y social de primer nivel. Generan empleo, atraen turismo y cohesionan barrios a través de las comisiones falleras. Por eso, cualquier decisión que afecte a sus actos principales no debería verse únicamente desde la óptica presupuestaria, pero tampoco puede ignorarse el impacto de las cifras. Las comparaciones con la inversión en otros aspectos de la fiesta de las Fallas son destacables: Falla Municipales, ciclo de mascletaes, etc…
Como valencianos y falleros, tenemos derecho a disfrutar de espectáculos dignos para nuestra fiesta, pero también a saber cómo se gestionan los recursos que los hacen posibles. Exigir claridad no es cuestionar la fiesta; es fortalecerla.
¿Qué modelo de fiesta queremos?
Algunas voces críticas —como la de Compromís— o el presidente de la Interagrupación de Fallas han pedido más coherencia y explicaciones detalladas. También hay quienes aplauden la apuesta por un recinto moderno que da un salto de calidad. Ambas posturas tienen parte de razón.
Quizá este sea un buen momento para dejar de ver el debate como una confrontación y empezar a plantearlo como un debate abierto sobre el modelo de fiesta que queremos. Tal vez existan modelos intermedios: galas más austeras en recintos municipales, colaboraciones público-privadas bien reguladas o topes de gasto acordados, actos y celebraciones prioritarios, etc….
💬 Y tú, ¿qué opinas?
Como parte de esta comunidad fallera, tu voz también cuenta. Más allá de las cifras y los escenarios, las Fallas las construimos entre todos: comisiones, instituciones, artistas, pirotécnicos… y también ciudadanos que sentimos esta fiesta como propia.
Por eso te invito a reflexionar y participar:
¿Te parece adecuado el aumento de gasto para la gala de este año?
¿Crees que la JCF debería ofrecer más detalles sobre cómo se toman estas decisiones?
¿Qué alternativas propondrías para combinar ilusión y responsabilidad?
Déjanos tu opinión en los comentarios o en nuestras redes sociales. Este debate no debe quedarse en los titulares. Porque si algo caracteriza a las Fallas es, precisamente, nuestra capacidad de dialogo y debate.