La Junta de Gobierno Local ha aprobado las bases con los mismos presupuestos ampliados el año pasado y la apuesta por un jurado artístico y fallero despolitizado.

EL AYUNTAMIENTO AVANZA LAS BASES PARA SELECCIONAR LAS FALLAS MUNICIPALES DE 2020, QUE MANTIENEN LA APUESTA POR LOS MATERIALES MÁS SOSTENIBLES.

Una vez acabadas las Fallas de 2019 y ahora que las comisiones y los artistas falleros empiezan a planificar el año que viene, el Ayuntamiento de València también ha iniciado el proceso de selección de los proyectos que se convertirán en las fallas municipales de 2020, con la aprobación de las bases este viernes por parte de la Junta de Gobierno Local. Una vez publicadas el próximo lunes en la web municipal se abrirá un plazo de 10 días hábiles para que todos los artistas y equipos multidisciplinares interesados puedan presentar sus proyectos.

El presupuesto para la falla grande llegará a los 205.000 euros, la misma cantidad aprobada el año pasado y 35.000 euros más que para la falla grande de 2018; para la falla infantil también se mantiene el presupuesto de 28.500 euros, tres mil quinientos más que en la penúltima convocatoria.

El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, ha destacado que por cuarto año consecutivo las bases se han consensuado con el Gremio de Artistas Falleros y, además, se ha atendido la reivindicación de los artistas de avanzar las fechas de todo este proceso de selección, que este año empieza 24 días antes que en 2018. Además, ha explicado que nuevamente será un jurado técnico, despolitizado y con paridad de género el que elegirá los mejores proyectos para ser plantados en la Plaça de l’Ajuntament el año que viene. «Es un procedimiento justo que prima los criterios artísticos y técnicos, que valora la falla como arte y como elemento central de la fiesta grande de nuestra ciudad y que apuesta por la sostenibilidad a través de los materiales», ha destacado.

El jurado volverá a estar integrado por mujeres y hombres representantes del mundo artístico, fallero y creativo y tendrá que elegir el proyecto fallero que mejor integre características como la sátira de la obra en conjunto, la claridad conceptual y la singularidad de la idea planteada, la integración de la obra en el espacio público en que tiene que instalarse, la calidad compositiva y espacial o la facilidad de recorrido, accesibilidad y relación visual desde el exterior. También se tendrá en cuenta un año más la adecuación de los materiales con que se construya la obra a la cremà más limpia y respetuosa posible con el medio ambiente, para minimizar la emisión de gases contaminantes derivados de materiales químicos de mala combustión, por lo que se valorará el uso de materiales naturales, tanto en la construcción de estructuras y soportes como en coberturas, preparaciones y acabados pictóricos. Además, también se evaluará el uso de recursos que favorezcan la interacción de la obra con el público.

Unos días después de que concluya -el próximo 12 de abril- el plazo de presentación de proyectos se reunirán los comités seleccionadores para determinar qué dos proyectos se convertirán en las fallas municipales de 2020.