Entrevista a Inmaculada Atienza, Hble. Clavariesa de San Vicente Ferrer 2020
J.M. – Es un honor y un placer el poder contar en Al Tombe con la Honorable Clavariesa de las Fiestas de San Vicente Ferrer de la ciudad de València. Macu Atienza bienvenida a Al Tombe.
M.A. – Muchísimas gracias por esta mención tan bonita a nuestra fiesta. Muchas gracias por darme estos momentos de altavoz para poder dar un huequecito a nuestra fiesta y a Sant Vicent.
J.M. – La pandemia del Covid19 nos ha hecho cambiar el chip, amoldarnos un poco a la situación, porque al final es lo que tenemos que hacer hasta que la situación mejore. Con la suspensión o aplazamiento de las fallas también conllevaba la suspensión de la Semana Santa o posible aplazamiento al mes de septiembre. Como es lógico en la ciudad de València y en aquellas localidades donde se celebra San Vicente también ha llevado a la suspensión de los actos ¿Macu, cómo estás llevando esta situación?
M.A. – Bien, yo estoy muy agradecida porque gracias a Dios no he sufrido pérdidas humanas. Pienso que tenemos que agradecer los que nos encontramos bien de salud. Con la que está cayendo decir estoy bien eso ya es un lujo. Muy centrada ahora en indagar cuál es mi papel, cómo puedo ayudar a los vicentinos en esta situación, dejándome aconsejar por los consiliarios de los altares, por los sacerdotes amigos que me están ayudando mucho y en intentar desempeñar mi papel en esta situación lo mejor que pueda con mis posibilidades.
J.M. – El llamamiento, la nota que hiciste el lunes a través de Youtube a celebrar la fiesta de San Vicente desde nuestras casas es un poco general. Es un poco: «ya que no podemos tomar las calles, por lo menos que cada uno aporte su granito en las celebraciones» ¿no?
M.A. – Sí, porque además la gente que nos oye lo sabe, la fiesta vicentina es una fiesta que se hace toda en la calle. Nosotros subimos el altar, montamos el altar, subimos el santo, lo dejamos en la calle, hacemos los milagros en la calle, cenas, meriendas… Es una fiesta súper abierta, para todo el que pasa por allí en ese momento. Hasta incluso el concurso de milagros que se realiza dentro del concurso de la ONCE es abierto. No se pide entrada en la puerta, ni se abona nada, la gente puede entrar y disfrutar del concurso. El concurso de las damas lo mismo. Es una fiesta que es muy abierta. Luego llega la ofrenda y la procesión y es igual. Me haría ilusión salir en… sin problema. Es una fiesta de los valencianos. A parte de que Sant Vicent sea nuestro patrón es que no es una fiesta de los vicentinos. Pasa lo mismo como con las fallas. Una falla planta su falla y es para disfrute de toda persona que pasa por allí.
Nosotros, de hecho, cuando tenemos los actos más multitudinarios: subidas y bajadas de santos, procesiones, milagros… a veces miras a tu alrededor y piensas que más de la mitad de las personas que están aquí no las conozco. Son personas que oyen la música, se acercan y disfrutan de la fiesta. Claro, este año eso no lo tenemos. Para nosotros al final la fiesta es un poco un pretexto para hacer visible a Sant Vicent. El fin último no es hacer una fiesta, si no decir: señores aquí está Sant Vicent, hacía esto y aquello, recordar ese mensaje y traer su figura. Eso es lo que nosotros pretendemos.
Ahora sin tomar las calles es un poco más complicado. Pero gracias a Dios tenemos las tecnologías y medios y amigos como Don Falleret con Juan al frente, que nos dan esta oportunidad, estos minutos para recordar que aunque no estemos en las calles seguimos siendo un colectivo que quiere mantener esta devoción e incluso aumentarla acercando a Sant Vicent a personas que no lo conocen. Eso es una cosa muy bonita cuando estamos haciendo los milagros en la calle, se acerca alguien, mira y te pregunta ¿eres de aquí?, ¿esto qué es? Tú les explicas y la gente alucina. Ahí es donde estamos.
Dansà del Mocadoret
J.M. – Eres componente del Altar del Mocadoret, un altar peculiar por el hecho de donde se celebra, en una calle muy estrecha, y de la manera que lo celebráis. Sobre todo también, y sabemos que tú eres parte organizadora, de esa multitudinaria dansà en torno a Sant Vicent que sale de su zona de confort al lado de Tapinería y acaba en la zona del Mercado. Es un poco ese espíritu de San Vicente y de lo que tú quieres transmitir: es una fiesta abierta, muy valenciana, muy arraigada en la ciudad. Para aquel que no lo conozca es un buen momento para conocerla y es abierta, como lo es la dansà del Mocadoret.
M.A. – Sí, fíjate la dansà y esto es una cosa muy personal que mi ámbito privado lo sabe todo el mundo pero en un programa nunca lo he contado: la dansà comienza en una conversación que tiene mi hermano el mayor Antonio con Josep Leto, el gran dolçainer. Empieza como una dansà pequeñita. Van pasando los años y en un determinado momento mi hermano, por un tema personal muy triste, deja la organización de la dansà y la empiezo a organizar yo.
Entonces para mí la dansà es algo que aparte de que sea de mi altar es que es algo muy personal. La idea es que sea abierta, totalmente abierta. Entonces va gente de todas las edades, gente que sabe con gente que no sabe. Esto me ha costado a mi muchos disgustos, porque yo siempre digo que quien no hace nada nadie le critica. Claro, te expones a equivocarte y que te digan: “ay, es que en la dansà del Mocadoret se baila fatal.” Bueno, pues lo siento, es una dansà popular, no voy a seleccionar y allí baila quien quiera. Es como cuando se hace un bureo: el que quiere venir bien y el que quiere a lo mejor otro tipo de estructura no pasa nada, también puede venir a bailar si le apetece y ponerse al final de particular o simplemente disfrutar de verla. Luego lo digo, si sabes cómo hacerlo mejor ven al grupo de organización y nos ayudas.
Realmente estamos moviendo un volumen de más de doscientas cincuenta parejas bailando, que son más de quinientas personas bailando, más medios de comunicación y espectadores. De hecho tuvimos que cambiar la ubicación original porque aquello podía llegar a ser peligroso. El último año que hicimos la dansà en la Plaza del Milagro hicimos dos turnos y aquello se decidió sobre la marcha. Yo hago un evento en Facebook, la gente se apunta, pero eso se queda al aire. Diez parejas, igual vienen seis o se apuntan seis y luego vienen diez. Queremos hacerlo de tal forma que puedan venir a bailar quien quiera. Quieres unirte a nosotros, quieres participar, quieres festejar al santo pues puedes.
Esto que te digo que suena fenomenal así dicho, a la hora de organizarlo es muy difícil. Hacer una lista cerrada para mi sería un recurso súper fácil, pero eso iría en contra de la historia. La gente que conoce esta dansà, este año creo que ha sido la XXXIV, que venía desde el primer año dice: es que aquí veníamos, oíamos la música y nos metíamos a bailar. Queremos conservar eso. Me dirás: estás muy loca, es una idea muy loca. Pero nos gustaría conservarlo así. Por eso se ha cambiado de ubicación. Hemos hecho una inversión muy importante a nivel de focos, de seguridad, de organización.
Esto en primer momento lo montaba yo sola, ahora no. Tengo un equipo de personas que están ahí. Te lo digo tal cual y esto no lo he contado nunca: hacemos unas reuniones previas, nos distribuimos los espacios y las funciones, hay mayorales en la dansà, hay personas que se encargan de llevar la comitiva, de dirigir el ritmo… Luego tenemos a Josep Leto en la parte de dirección musical y coordinación, vienen muchísimos músicos. Realmente es muy bonito, pero esta dansà para disfrutarla hay que entender el espíritu que tiene. Si vas esperando ir a ver una cosa más estructurada o más de escuela te vas a decepcionar, porque no es eso, es otra cosa.
J.M. – Claro, es una dansà popular donde el público la hace suya.
M.A. – Claro, es al ocho mil por cien. Y es más, yo invito al que diga que no lo hacemos bien a que vengas y me ayudes. Dime cómo lo puedo hacer mejor. Porque al final lo que pretendemos es hacer un momento en el que todo el que quiera pueda festejar a Sant Vicent y a mí me gusta y me hace mucha ilusión cuando alguien se acerca y me dice: “¿tú sabes que esa es la primera dansà que yo bailé?”. Eso es muy bonito. Pensar que este tipo de cosas que nosotros organizamos con tanto esfuerzo y tanto cariño se queda para siempre en la vida de una persona, eso es muy bonito Juan.
Luego repartimos horchata y fartons. Y en el altar nos organizamos fenomenal. Dentro del altar, dentro de las personas del altar tenemos: el equipo de la horchata, el equipo de los pañuelitos… O sea que al final se ve que mueve a muchísimas personas que la organizan y la trabajan. Para nosotros , para todo el Mocadoret, es una noche súper bonita. Nosotros disfrutamos un montón y siempre estamos dándole vueltas a cómo lo podemos hacer para que la clavariesa la vea mejor o si la clavariesa quiere bailar, dónde la ponemos… Claro, cada año hay cambios porque nos vamos adaptando a que cada año viene más gente. Nosotros encantados, desde aquí os invito a todos a cuando se celebre, me imagino que la XXXIV será el año que viene, a que vengáis.
J.M. – La disfrutaremos, con muchas ganas y será deseada.
M.A. – Ya te digo, el año que viene tendré que proponerle a mi junta, que son una pasada, un foco más para lanzarnos a principio de Bolsería, no parar. Yo veo que cuando nos “suelten” vamos a tener que festejar muchas cosas.
València está de luto
J.M. – El otro día un amigo, que recientemente se ha venido a vivir a España, me comentaba: València se ha quedado en luto. Nos hemos quedado con la fiesta preparada, con los trajes preparados y nos hemos quedado con el corazón encogido. En otras ciudades se pueden haber suspendido otras actividades, otros festejos pero nosotros lo teníamos ya en la calle. Tú eres fallera de Velluters, lo estas viviendo ya no solo como Honorable Clavariesa de San Vicente Ferrer, si no como fallera ¿no?
M.A. – Pues, ¿sabes lo que pasa Juan? Esto es una cosa complicada porque al final la falla, al igual que la fiesta vicentina, tiene un componente afectivo y un componente emocional brutal. En medio de la que está cayendo hay gente que me dice: yo no entiendo que los falleros os quejéis con la que está cayendo. Sí, una cosa no quita la otra. Es evidente que la que está cayendo es fatal y las cifras de muertos estremecen, además las condiciones en las que se está dando. Ayer me llamaba una persona y me contaba como habían tenido un difunto en la familia y habían tenido que hacer una especie de sorteo para ver quién iba. Vamos, una cosa dantesca. Eso no quita, es perfectamente compatible con el hecho de que los representantes de las Fallas, las falleras mayores se han quedado un poco con ese añadido de no tener esta celebración.
Teniendo presente además todo el perjuicio, porque tú sabes todo lo que las Fallas mueven en esta ciudad. Estamos hablando de empleos, de personas. No solo algo tan visible como un artista fallero, sino también de indumentaria, de peluquería, de maquillaje, de muchísimos sectores que están vinculados a la fiesta. Ahí hay un tema muy complicado de gestionar. Yo entiendo lo de que València está de luto. Evidentemente lo que nos está pasando es tremendo.
Que vayas a hacer una actividad tan sencilla como es el ir a comprar y tengas que ir todo tapado como si fueras un extraterrestre, volver a casa, dejar los zapatos en la puerta… Fíjate, todos conocemos o tenemos personas que ahora mismo por ir a desempeñar su trabajo se están jugando la vida. Tanto profesionales sanitarios, como personas que trabajan en la limpieza de las calles, como personas que trabajan en alimentación o cara al público. Ahora mismo es un riesgo hacer lo que parece una cosa tan sencilla. Además tenemos ese tema añadido de estas fallas que no se han podido celebrar y como empezamos a vivirlas, si el uno de marzo ya no hubiera habido nada, pero es que las hemos tocado.
Celebración desde casa
J.M. – Me lo explicaba este amigo mío que ve con perspectiva desde fuera como gestionamos la fiesta, la gestión de la ciudad, los sentimientos que transmitimos. Me lo hacía ver de esa manera: estamos de luto y tenemos que pasar ese duelo. Al final va a ver un punto final, una luz. Estamos en periodo, se supone de bajada de la curva, con noticias de esperanza de una vacuna en breves meses. Ojalá y sea de esa manera como se está prediciendo.
Pero nos queda el día a día, vivir el día a día, disfrutar de ese momento. Lo que te quiero pedir es esa situación como clavariesa de San Vicente, la máxima representante o portavoz de San Vicente en este año 2020. A pesar de la situación eres honorable. Primero ¿cómo te sientes en ese cargo? Y ¿qué mensaje nos puedes hacer a lo largo de estos días de celebración en casa de San Vicente, que podamos hacer los valencianos y todos aquellos seguidores de San Vicente?
M.A. – Mi principal sentimiento, mi principal emoción es de agradecimiento. Estoy muy agradecida por todo lo que he vivido hasta ahora, por todas las personas maravillosas que han llegado a mi vida con este cargo. Personas que han estado siempre ahí de una forma o de otra, porque yo soy vicentina desde que era una niña muy pequeña. No es lo mismo conocer a gente de refilón que empezar a tener una relación, eso cambia mucho la cosa.
Esto es mi opinión personal, porque esto no ha pasado nunca, no hay un histórico donde se diga: ¿qué hace una honorable cuando hay una pandemia? Río por no llorar, perdonadme. ¿Cuál es el objetivo o uno de los objetivos principales de nuestra fiesta? Difundir, difundir el mensaje de Sant Vicent. Hacer tangible esa presencia entre nosotros. ¿Cómo se puede hacer cuando estamos confinados en casa? Utilizando los medios. ¿Qué podemos hacer desde casa? Pues dos líneas claras. La primera es la oración, al final es una fiesta religiosa, no nos engañemos. Entonces hay un tema evidente de ofrecer nuestra oración y encomendarnos en este caso a Sant Vicent. Además es un santo muy milagroso, muy del milagro de lo cotidiano y de lo ordinario. La segunda línea de acción, y tú sabes que Sant Vicent fue un santo que estuvo siempre al lado de los pobres, de las personas necesitadas, sería la de apoyar cada uno, desde nuestras posibilidades y de la forma que podamos, a todas las instituciones que en este momento están volcándose en ayudar a estos sectores más desfavorecidos de la sociedad.
Asociaciones de Cáritas, parroquiales cuyos voluntarios siguen trabajando a día de hoy proporcionando asesoramiento, comida y atención. Ahí hay dos líneas claras trabajo que podemos todos los vicentinos, todos los valencianos o todo aquel que quiera por supuesto unirse. Fíjate, yo tengo en casa al Santo y hay muchas personas que están en situaciones complicadas en casa y me piden: ponle una vela. Yo lo tengo constantemente iluminado con los cirios que las personas me piden cuando pasa algo o hay un tema en concreto.
Me preguntabas cuál es mi papel en este momento. Pues mi papel es rezar, pedir por todo el mundo, pedir que mantengamos la fe esta tormenta como muy bien decía el Papa Francisco en esa bendición que fue tan espectacular, tan emotiva y tan tocante para todos. Después recordar que tenemos que compartir, que tenemos que dar. Estamos confinados en casa, pero con muchos lujos. Cuántas familias hay que van tirando con trabajitos y ahora están sin nada. Eso es un problema importante, enfrentarse a esta situación sin ingresos y con pocos recursos económicos para poder acceder a la información. Ahí es donde tenemos los vicentinos que salir, no podemos quedarnos en la madriguera llorando, tenemos que trabajar. Es un poco mi línea. Igual no es la acertada, sabes que no hay un histórico de lo que hacer en esta situación. Y la línea de la oración. Igual me estoy equivocando y lo estoy haciendo fatal Juan. No lo sé.
J.M. – Macu estás escribiendo líneas de la Historia de la ciudad de València y marcando una pauta. Al final nadie tiene el manual de qué hacer en estos instantes en ningún ámbito. Se está escribiendo y yo me quedo con lo de compartir. Es de hecho el motivo de esta entrevista. El motivo de compartir, de hacer llegar, quizás esperanza no es la palabra exacta, pero sí un camino, una línea por la que llegar. Al final un oyente que nos escucha al final diga: me he quedado bien.
M.A. – Yo creo Juan que lo dábamos todo por sentado. Dábamos por sentado que íbamos a tener fiestas, que iban a ser muy chulas, que íbamos a desfilar muy guapos… Cuando en verdad cada día es un milagro. El otro día leía un texto de un jesuita amigo y él decía: es que igual es estado natural del hombre es no estar con todo fácil, todo el tiempo. Pienso que esto nos va a ayudar a ser más agradecidos con el despertarse cada día con salud, por ejemplo. Que no es poco con la que está cayendo. Con decir los míos están bien, las personas mayores de mi familia están bien. Si además tenemos unas fiestas súper chulas pues sensacional. Pero agradecer lo pequeño, lo fácil. Ahora fíjate cuando sale buen día, un día que hace sol las Redes Sociales se llenan de caras sonrientes. Piensas: madre mía, cómo estamos cambiando. Vamos a salir de esto mejor. Ahí es donde está el tema y eso también lo podemos llevar a la fiesta. Tanto a la fiesta vicentina, como a la fiesta fallera o a todas las fiestas. Ahora con retrospectiva podemos salir mejores.
J.M. – Te lo agradezco. Muchísimas gracias Macu por atendernos en Al Tombe. Te deseo mucha salud. Que dentro de poco te podamos ver y darnos un achuchón como pueda ser. Y la mayor de las suertes.
M.A. – Muchas gracias a vosotros por este espacio para recordar como yo he dicho en mi mensaje: aunque este año no podamos subir a los santos a los altares, Sant Vicent está aquí. Sant Vicent cuida de su pueblo, de su amada València. Nosotros tenemos que estar ahí a la altura. Tenemos que acordarnos de pedir, es muy importante, quien no le pide no le da. Tenemos que acordarnos de encomendarnos a San Vicent. Y después compartir, compartir esto que tenemos que además hoy en día es tan fácil, desde el propio teléfono. Hay gente que hace en su casa mascarillas y las llevan a la parroquia. Vamos a emplear este tiempo en algo que pueda ser productivo para todos los demás, vamos a darnos a los demás. Gracias por estos minutos para recordar a San Vicent. No por mí, yo soy un instrumento. Y recordar que en medio de la tormenta estamos llevados de la mano del Señor.
Juan Meneses
Fotos: Junta Central Vicentina Fran Adlert
Entrevista realizada en el programa AL TOMBE el martes 14 de abril de 2020