La Fallera Mayor de Valencia 2019 será cercana, simpática, preparada, inteligente, igualitaria, positiva, amante y conocedora de las fallas, así la definen las trece mujeres elegidas por el jurado el pasado sábado 29 de septiembre.
Trece elegidas, trece mujeres de su tiempo, inquietas, soñadoras amantes de la fiesta de las fallas, comprometidas y muy falleras. Un factor común es su pasión por las fallas y el anhelo de convertirse en la Fallera Mayor de Valencia 2019.
Sus primeras horas tras la elección en la Fonteta es similar, para María “aún no me ubico, es como estar soñando”, Paula ”estoy flipando, alucinando”, sin duda es todo un cambio en las vidas de estas trece mujeres que están recibiendo el cariño de sus familias, amigos y comisiones falleras. Todas nos confirman que es una gran responsabilidad el cargo que han recibido, pero también un orgullo para ellas.
Son mujeres sobradamente preparadas, Azahara Vallet es investigadora de biología celular en la Universidad de Valencia, María Cavero es ingeniera química o Ana Ebri que es ingeniera de edificación. La corte también cuenta con tres enfermeras, Elena María Rivero que trabaja en el Clínico, Paula Santarrufína en el de Manises y Laura Benassar, en la Salud, y que nos confesaba durante la entrevista, que acudió a su turno del domingo, tras la elección del sábado “mis compañeros me recibieron con felicitaciones, estaba muy feliz”.
Marina Civera es odontóloga y Raquel Avivar es estudiante de esta rama. Neus Lozoya también es estudiante, en relaciones laborales. Marta Alacreu ha finalizado sus estudios de educación primaria, especialidad de inglés. Andrea López es licenciada en Arte Dramático, Laura Carballeda, master en Comunicación digital y Susana Yagüe, master en abogacía en inglés.
Sin duda el nivel intelectual y profesional están fuera de duda y posiblemente sea una de las cortes más preparadas para afrontar este año de reinado. Por encima de una imagen está el conocerlas:
“por una imagen no se conoce a una persona. Es triste y muy duro, coger una foto y decir esta vale o esta no” Ana, nos destacaba esta afirmación “gracias a los medios que nos dejáis dejarnos a conocer, que la gente nos conozca tal y como somos”.
Para todas ellas, la figura de la mujer es muy importante en las fallas, y la figura de la Fallera Mayor de Valencia debe de tener las siguientes cualidades: cercanía, responsabilidad, naturalidad, amor por la fiesta, debe ser organizada, empática…
Neus incluso nos decía “la gente nos debe de ver que somos naturales, hay que cambiar la visión que se tiene, ser más accesible a la gente, a los falleros” fallera de Xirivella, ser de la Corte de pueblo es un aliciente más “sales a la calle y te conocen, es emocionante el poder estar elegida…si me llama el alcalde me muero” nos confiesa con cara de emoción y una gran sonrisa.
Para Marina, ser fallera mayor supone “entrega a la fiesta, entenderla….la mujer es al imagen de las fallas y su representante debe ser una apasionada de las fallas de los pies a la cabeza”. Consciente de su elección, también “soy consciente de lo que implica el cargo”.
Mayoritariamente, nos afirman, que el papel de la mujer en las fallas ha evolucionado positivamente “no es importante ser hombre o mujer a la hora de ostentar un cargo. Creo que hay una visión positiva de la mujer y debemos seguir en esa dirección” nos afirma Elena Mª que vivió de cerca el año de corte de su hermana. Si ella fuera la elegida “primero pensaría que es una broma……estaría orgullosa e intentaría llevarlo lo mejor posible”.
Para Marta “la mujer no es solo una imagen, sino una voz” por lo que considera que la fallera mayor “debe ser muy responsable, que trasmita naturalidad” y si ella fuera la que recibiera la llamada el día 10 de octubre, asumiría el cargo con “amor a la fiesta y mucha responsabilidad”. Nos afirma que ella propondría que “los días 17 y 18 de marzo fueran también fiesta, para aquellos falleros que trabajan pudieran asistir a la ofrenda”.
Es unánime entre ellas, que las fallas les gustan tal y como se celebran, pero si que hacen hincapié algunas en la conciliación con los vecinos: “los medios de comunicación hacéis una gran labor de difusión” nos indica Azahara “ el movimiento #VolemFalla está poniendo en valor el monumento”. Consideran que tiene que haber un equilibrio entre vecinos y comisiones a la hora de ruidos, carpas, ubicaciones etc…los vecinos deben entender las necesidades del colectivo fallero como viceversa, nos afirman Marina, María, Paula, Elena, Neus….
Para Andrea “hay que mejorar la manera de dar a conocer nuestra fiesta, viajando de una manera más cultural, a ferias, enseñando nuestra cultura fallera, lo que los falleros sentimos a la hora de plantar una falla, oír una mascletá. Yo traería a visitantes a conocer las fallas fuera de la semana grande, para que vieran como se convive en un casal”.
Laura Carballeda, cuya comisión ha sufrido esa lucha con los vecinos, se muestra conciliadora y positiva, “hay que seguir mejorando la relación con los vecinos”. Se considera “friki fallera” una gran amante de las fallas. Su elección le cogió “emocionada, ha sido una sorpresa, es una ilusión continua”.
La evolución de las fallas va de la mano de la sociedad, aunque muchas veces pensemos que va detrás. La mujer forma un papel esencial en la fiesta y cada vez más de una manera ejecutiva, tomando decisiones “si trabajamos la igualdad no hará falta normas para que sea efectiva esa igualdad” nos comenta Laura Benasar que incluso vería factible la elección de un Fallero Mayor “podría ser”, como ella, Azahara que nos confiesa “¿Por qué no? Sería cuestión de platearlo…” “estaría bien que la nena pudiera tener una fallerito acompañándola”.
Igual piensa Paula “tenemos que marcar una era” a la hora de que la mujer tome cotas de igualdad, incluso si fuera necesario aplicar acciones de paridad a la hora de la gestión de las comisiones falleras, la posibilidad de un Fallero Mayor no le disgusta “si estamos de acuerdo ¿Por qué no?”. El resto de componentes lo ven complicado o prefieren no decantarse, pero lo cierto es que a todas ellas, la igualdad entre todos es fundamental para la evolución de la fiesta de las fallas.
La indumentaria es un aspecto básico en nuestra fiesta y en nuestras representantes, para Susana su gusto se decanta “ me gusta más el S. XVIII, pero el XIX también le he cogido el gusto, color gris y el oro e incluso la plata vieja”, si fuera elegida “lo viviría con mucha felicidad y mucha alegría”.
“Disfrutar de nuestra rica tradición, es un hecho que me gusta mucho” nos confiesa Raquel “me decanto más por el S.XIX y colores vivos, el borgoña, nunca colores pálidos”. Aún está asimilando la elección, está adaptándose como nos lo define ella. Proviene de una comisión humilde que nunca había tenido representante en la corte y para ellos es todo un orgullo “me gustaría acercar la fiesta a todo aquel que no la conoce”.
“Me gustaría ser recordada como una buena fallera mayor” así nos lo confiesa María, componente de una de las primeras comisiones falleras donde una mujer fue presidenta, y que hace gala de ello, “la corte tiene su protagonismo junto a la fallera mayor” nos indica, la corte tiene un papel fundamental y son cada vez más la voces que piden un mayor protagonismo.
Ellas ya son Corte de Honor y una de ellas será la máxima representante de nuestra fiesta. Inteligentes, educadas, comedidas, quizás demasiado políticamente correctas, pero es posiblemente lo que se espera de ellas. Lo cierto que esta elección va más allá de una cara bonita, ya que sus cualidades como mujeres pero sobre todo como personas sobre pasa el físico. Puedo decir después de poder entrevistarlas que estamos ante un grupo variado de personalidades, pero a la vez unidas y convencidas de varias cosas: trasmitir su amor por las fallas, ser cercanas y sobre todo la responsabilidad de ejercer un cargo de tanta responsabilidad. Tal es su convencimiento que dejarán sus vidas cotidianas para darla a las Fallas.
Juan Meneses
Fotografías de Fran Adlert