Sátira, crítica, arte urbano y tradición se unen en el “Procés Creatiu”, Falla Municipal de Valencia 2019
El Arte Urbano se hace falla de la mano de los artistas falleros Latorre y Sanz que este año cuentan con el diseño de los artistas valencianos Pichiavo. La propuesta elegida por el jurado para ser la falla municipal 2019 ya tiene forma y color. Los trabajos, muy avanzados, fueron vistos durante la visita que realizaron, Marina Civera, Fallera Mayor de Valencia, su Corte de Honor y la Directiva de Junta Central Fallera, con su Presidente al frente, el concejal Pere Fuset.
La veteranía de los artistas Latorre y Sanz junto a la frescura de Pichiavo (Juan Antonio Sánchez y Álvaro Hernández) redunda en el concepto de la propia falla, que une arte clásico con arte urbano, una falla realizada en madera, vareta y cartón piedra (tradición) con pintura y diseño contemporáneo.
La Paz, la obra de Aristófanes (421 A.C.), es la figura central de esta falla que medirá 26 metros de altura, una de las más grandes que se han plantado en la plaza del Ayuntamiento. Contará con 15 metros cúbicos de pino de Suecia, 9 metros cúbicos de chopo y siete de vareta. Partes serán de cartón piedra, como son las imágenes de Hermes, Poseidón y las mujeres de la cosecha, otras de vareta como la figura principal.
La temática de la falla une sátira, clasicismo y arte urbano. Aristófanes fue el primer autor clásico que utilizó la sátira en sus obras, una de las principales cualidades de las Fallas. Y La Paz, es una obra donde el autor se burla y ataca a sus contemporáneos, otro componente de nuestra fiesta, la crítica.
Para los artistas falleros es un nuevo reto poder compartir proyecto con artistas jóvenes “que son aire fresco”, como nos confesaba Pepe Latorre, mientras nos enseñaba todo el trabajo artesano de carpintería del interior de la figura “La Paz”. Latorre y Sanz de dilatada trayectoria, se enfrentan a su tercera, segunda consecutiva, falla municipal. Colaboraciones, como las realizadas para la Falla Na Jordana con Carlos Corredera en 2015, Ortifus en 2014, les han puesto en el camino del arte contemporáneo de las nuevas tendencias artísticas que confluyeron con su falla municipal 2018 diseñada por Okuda.
Pichiavo, son la nueva generación, artistas contemporáneos que desde 2007 unen creatividad para unir el arte clásico y el grafiti. Sus obras son visibles en nuestra ciudad, en la Universidad Politécnica, en el Barrio de Velluters o en la Ciudad del Artista Fallero. Para estos artistas lo importante es la obra, no el autor.
Nos confesaban que “estamos emocionados con el proyecto. Nosotros también creamos obras efímeras, que una obra nuestra se queme es parte de la propia obra y la esencia de esta fiesta” nos comentaban en el taller a pie falla “tenemos muchas ganas de que llegue la plantà. Nuestro proceso es improvisado y muchas cosas se tendrán que hacer en la plaza”. Los valencianos han pintado en Nueva York, Suecia o Roma, pero cada vez que vuelven a casa, pasan por el taller de Latorre y Sanz para imbuirse en esta falla que es arte urbano en estado puro.
Caras de satisfacción, tanto en Marina Civera y su Corte, como para el concejal Pere Fuset y su directiva, que preguntaban a los artistas por el proceso y el trabajo que están realizando. A la vista, las imponentes figuras que formarán parte de la falla municipal y que ya llenan el taller de la Ciudad Fallera.
Menos de tres meses para poder contemplar este magnífico trabajo y pendientes de esas lágrimas que Pichi, nos confesaba, saldrán en la noche de la “cremà” de una falla que ya es historia de nuestra fiesta.
Juan Meneses
Fotografías de Fran Adlert
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